Fidelidad
Enviado por lector • 18 de Octubre de 2012 • 481 Palabras (2 Páginas) • 867 Visitas
LA FIDELIDAD, UN ACTO DE LA VOLUNTAD Y NO DEL CORAZON
Una sola persona llena tu vida, no necesitas otras. El deseo por ellas sigue existiendo, pero desaparece el deseo de realizar esos deseos.
Alejandro Jodorowsky
Para empezar podemos definir la fidelidad como un acto de lealtad y de compromiso. Se puede ser fiel con uno mismo o con otros y como decimos que la fidelidad es un acto entonces la voluntad es de vital importancia para ser fiel o no.
“La fidelidad supone crear en cada momento de la vida lo que uno, un día, prometió crear”
Hoy en dia podemos ver que la sociedad ha cambiado y que éstos cambios han generado en las personas inestabilidad, deseo de vivir solo el presente, miedo a todo compromiso de carácter duradero. Tambien podemos ver que, con el pasar del tiempo, las personas han ido perdiendo principios y valores.
Un número cada vez mayor de personas son infieles a sus parejas. No importa su clase social, cultura o nivel educacional.
Pienso que uno de los aspectos del porque la gente se es infiel es porque no se conocen bien. Hay personas que a los pocos meses de conocerse ya se quieren casar, y nunca se conoce a una persona en unos pocos meses, no hay que confundir el tiempo de amistad con el tiempo de noviazgo, ya que estos dos tipos de relaciones son totalmente diferentes.
La fidelidad no es ausencia de deseo (nadie puede asegurar que nunca le gustara nadie mas) sino producto de la voluntad y una decision consciente, es decir, la fidelidad es tener autocontrol evitacion a tiempo.
Walter Riso dice que la fidelidad no esta en el cuerpo sino en la mente. Es una decisión, es un acto de la voluntad.
Asi como hay muchas personas infieles, tambien hay personas fieles que evitan la tentacion por amor a su pareja. Pero ¿Cómo hacen estas personas para resistir a la tentacion?; la respuesta es muy sencilla: se mantienen en alerta roja, son buenos jugadores, se acercan a la hoguera pero no meten la mano, es decir, saben distinguir entre su pareja y sus amistades.
En las buenas parejas no cabe la infidelidad. No hay traición sino transparencia. Las relaciones que practican una fidelidad sana (es decir, no basada en el miedo, la obligación irracional o el sacrificio irresponsable) poseen la capacidad de flexibilizar el vínculo para adaptarse mejor a lo inesperado. Antes de ser infieles prefieren ser honestos y revisar el acuerdo afectivo en el que están. Jamás lastimarían intencionalmente a la persona que aman, y si en alguna discusión trivial se les va la mano, reconocen el error.
Para concluir debo decir que muchas veces van a aparecer personas que despierten nuestros deseos, pero podemos resistirnos a esas tentaciones si realmente amamos a nuestras parejas; como reza el dicho popular “huirle al peligro, no es cobardia”.
Los que quieren ser fieles de corazón, mezclan amor, convicción y compromiso.
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