Formando Jóvenes Competentes.

Formando Jóvenes Competentes

María Andrea Tatis Solano

Relatoría

Lic. María Inés López Yépez

Colegio Real - Royal School

11ºB

Barranquilla

2015

El 9 de abril del 2015 tuvimos una grata visita del periodista Iván Bernal Marín, editor jefe de El Heraldo. El barranquillero de 31 años, asistió a un conversatorio de una hora para los seniors en el auditorio del Colegio Real - Royal School. Los estudiantes expresaron sus dudas acerca de la importancia y uso de las competencias comunicativas dentro de los diferentes proyectos de vida. Esta relatoría se basa en la importancia de las competencias comunicativas en la vida profesional de los próximos graduandos.

Bernal, habló de los diversos estudios de campo que afirman que la tecnología influencia  qué tanto leemos, escuchamos, hablamos y escribimos, esta incluso interviene en cómo realizamos cada una de estas competencias. Muchos se preguntaran las incidencias de estas en la vida diaria de un médico, aseador, constructor, economista o cualquier persona del común que no dimensiona la vitalidad de las competencias en trabajos distintos a los de comunicadores sociales, críticos, diferentes escritores, oradores, políticos. Él afirma que la comunicación es crucial en todas las áreas.

Según Iván, las cuatro competencias tienen mucha importancia. La lectura ha sido tal vez la más influyente en su carrera profesional. El periodista se confiesa amante de los escritos de Jorge Luis Borges, quien deseó ser recordado por lo que leyó y no por lo que escribió. Así mismo se enamoró de la escritura, del hecho de contar historias con palabras. Sin embargo, afirma que lo más importante para ser un gran periodista es escuchar. En esto admira a Ernesto McCausland. Relata que cuando tuvo la oportunidad de trabajar con él, fue fiel admirador de su estilo literario y los documentales del periodista fallecido también fueron elementos de aprendizaje para Bernal Marín. En cuanto al ejercicio de hablar, probablemente es el menos importante en su diario vivir, pero sigue teniendo un gran peso para transmitir ideales. Recuerda con un brillo en la mirada que aprendió mucho de las palabras que decía su padre en las reuniones familiares. Y como todo aspirante a ser buen escritor, es indudable que tiene a Gabriel García Márquez, como un excelente modelo a seguir.

Del ejercicio de HABLAR empezó diciendo que no le gustaba o no sabía hacerlo en público hasta que, se concientizó que es muy importante y se puede trabajar para mejorar. Cree que solo se debe encontrar la forma de entrenar la competencia. Él cuenta que esta habilidad se mantiene firme en la sociedad, pero que podría llegar a estar afectada sino se fomenta en los jóvenes correctamente. Aconseja a expresar nuestra posición frente a distintos temas. Un blog es una opción. Ya que ha medida que uno escribe se acerca hablar.

Recalcó la importancia de saber ESCUCHAR. En la comunicación se destacan dos elementos fundamentales. El emisor y el receptor, que en una conversación se van alternando. Saber escuchar no sólo es oír a otra persona, es mucho más. “El que sabe escuchar podrá sintonizarse mejor con el que habla”, declara.

Puso ejemplos sobre LEER, especialmente para aquellos jóvenes que no les gusta leer o no saben hacerlo. Asegura que el joven colombiano está perdiendo éste hábito. Para los que no les gusta la lectura recomienda buscar libros que se acomoden a sus gustos e ir creando el hábito. Al leer no sólo se crea un hábito sino que se adquiere conocimiento útil para hablar y escuchar con propiedad. Piensa que el periódico impreso tenderá a desaparecer dado a los avances tecnológicos, eso no implica que el leer desaparecerá.

Sobre ESCRIBIR dijo que así no le guste al profesional hacerlo, cualquiera que sea la profesión, algo se debe escribir en el desempeño de sus funciones. Comenta que está muy bien representada, sobretodo en las redes sociales como Twitter y Facebook. Para él la ortografía es una tarjeta de presentación. Hay que ser cuidadosos porque se pierde respeto al no hacer buen uso de esta.

Si bien es cierto que en Colombia se practica la escritura por las redes sociales, también la deteriora. Jóvenes de todos los estratos socioeconómicos olvidan las reglas gramaticales por escribir un pensamiento en 120 caracteres.

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