GUION: CASA DE MUÑECAS
Enviado por Hanna0617 • 4 de Marzo de 2014 • 1.912 Palabras (8 Páginas) • 3.120 Visitas
Entra nora con muchos paquetes tarareando, coloca los paquetes sobre la mesa de la derecha.
Entre Helmer, se saludan
Nora: acabo de llegar, ven torvaldo mira las compras que he hecho.
Helmer:¿Otra vez la niñita ha encontrado la forma de gastar dinero?
Nora: Pero, Torvaldo este año podemos hacer algunos gastos mas, por fin no estamos amarrados
Helmer: pero no debemos derrochar el dinero
Nora: mientras tanto pedimos prestado
Helmer: ya sabes lo que pienso respecto a los prestamos
Nora: bien como tu quieras
Helmer: Dios mio hay muchos gastos en la casa cuando se acerca navidad
Nora: Pero torvaldo si navidad es la época mas bonita del año
Helmer: Si, pero no para mi bolsillo
Nora: pero ven aquí mira todo lo que he comprado (Nora le enseña el contenida de las bolsas a Helmer) y tan barato, mira hay ropa para todos también juguetes para los niños
Helmer: ¿y a ti que te gustaría amor?
Nora: ¿Para mi? No torvaldo para mi nada
Helmer: no como se te ocurre, ni mas faltaba
Nora: Pero si quieres podrías darme dinero
Helmer: si supieras emplear el dinero que te doy, lo haría, tienes buena voluntad pero la verdad no sabes administrarlo
Nora: Esta bien, pero bueno cambiemos el tema, has pensado en invitar al doctor Rank a comer, el nos ayudo mucho en tu enfermedad
Helmer: Si, he encargado un buen vino, no sabes cuantos deseos tengo que llegue esta noche
Nora: lo mismo me pasa a mi ,que felicidad, que alegría tendrán los niños.
Nora: (Se oye la puerta). Llaman (arregla las butacas) vendrá alguien, que fastidio!
Helmer: Si es visita recuerda que no estoy para nadie
Nora comienza a organizar la casa y grita: -Un momento.
Nora abre la puerta, entra su vieja amiga Cristina, y también entra el doctor Rank, Nora lo saluda muy efusivamente y lo hace pasar al despacho del Helmer.
Cristina:¡Buenos días, Nora!
Nora: (Indecisa). Buenos Dias…
Cristina: ¿No me reconoces?
Nora: Efectivamente…, No se… ¡Ah!, Si, me parece… (Lanzando una exclamación) . ¡Cristina! ¿Eres tu?
Cristina: Si, la misma.
Nora:¡Cristina! No te conocí, ¡Has cambiado tanto!, hace tanto tiempo que no nos vemos, ¿Has hecho un viaje tan largo para llegar aquí? Se necesita gran valor
Cristina: Si he llegado muy temprano en la mañana
Nora: que emocionante que pasaras las pascuas con nosotros, cuéntame de tu vida, como va todo?
Cristina: he quedado viuda
Nora: Oh Verdad, que pena contigo , he sido muy imprudente, ¿No te ha quedado con que vivir?
Cristina: No
Nora: ¿E hijos?
Cristina: Tampoco
Nora: ¿Nada, entonces?
Cristina: Nada ni siquiera dolor en el corazón ni una de esas penas que absorbe
Nora: ¡que pena debe de ser para ti!, vamos muchacha cuéntamelo todo.
Cristina: Despues amiga, hoy no quiero ser egoísta primero cuéntame de tu vida
Nora: Todo está muy bien por fin, estamos muy contentos, Figúrate que a mi esposo lo han asc endido, es una delicia estar sin preocupaciones ¿No te parece?
Cristina: indudablemente, por lo menos, debe de ser algo excelente tener lo necesario
Nora: Tuvimos unas épocas muy malas
Cristina: Cierto, y verdad que pasasteis un año en Italia?
Nora: Si, pero como comprenderás no fue fácil, estábamos en una época difícil además acababa de nacer ivan, pero no hubo mas remedio, ¡no te imaginas todo el dinero que costo!
Cristina: Bien, pero tu padre os dio el dinero necesario ¿verdad?
Nora: (Sonríe). Si, eso es lo que cree Torvaldo y todo el mundo; pero… papa nos dio un céntimo, yo conseguí el dinero.
Cristina: ¿Cómo lo conseguiste? ¿Ganaste la lotería?
Nora: Habla mas bajo, no sea que Torvaldo nos oiga. Por nada del mundo querría que el … No debe de saberlo nadie, Cristina; Nadie mas que tu.
Cristina: Nadie lo sabra por mi, pero de donde lo sacaste?, prestado no era fácil, no te lo hubieran dado jamás!
Nora: ¿Por qué no?
Cristina: porque una mujer casada no puede obtener dinero sin el consentimiento de su esposo
Nora: Nadie dice que me prestaron el dinero; pude adquirirlo de otro modo. Un admirador me ayudo gracias a mi encanto
Cristina: dime querida nora que has hecho, ¿No habras hecho una ligereza?
Nora: ¿Te parece una ligereza salvar la vida de mi marido?, La cuestión era que no supiera nada, estaba desesperada, a mi era a quien los médicos me decían que el estaba en peligro.
Cristina: ¿Y tu padre no le dijo a tu marido que el dinero no procedía de él?
Nora: Jamás. Papa murió a los pocos días. Estaba tan enfermo que no pude confesarle nada
Cristina: ¿y no le hablaras de eso nunca?
Nora: Despues de que pasen muchos años, cuando ya seamos viejos, en el momento en que yo no sea tan bonita como antes, cuando ya no me ame tanto… pero también yo sirvo para algo me he preocupado mucho he tenido que trabajar y rebajar gastos
Cristina: ¡De manera que todo, pobre Nora, lo has tenido que sacar de tus gastos particulares!
(Llaman)
Cristina: Llaman ¿Debo irme?
Nora: No quedate, no espero a nadie; probablemente es para Torvaldo
(Nora va a abrir, entra Krogstad, ella se estremece y vuelve a la casa)
Krogstad: (Se presenta). Soy yo, Señora.
Nora: ¿Usted? ¿Qué sucede? ¿Qué tiene usted que decir a mi marido?
Krogstad: Deseo hablarle de asuntos relativos al banco, he odio que su esposo va a ser nuestro jefe
Nora: Es cierto, entonces tomese la molestia de entrar al despacho.
Cristina: Nora… ¿Quién es ese hombre?
Nora: es un abogado del banco
Cristina: me puedes prestar el baño
Nora: Claro, al fondo a la derecha
(Cristina entra al baño y salen del despacho Rank y Helmer, Rank se despide y se va)
Helmer: Amor y esa mujer que había hace unos segundos aca quien es?
Nora: La señora de linde, querido, la señora Cristina Linde.
Helmer: ¡Ah, sí! ¿Una amiga de la infancia de mi mujer, supongo?
Nora: y ha hecho una viaje tan largo para hablar conmigo
Helmer: ¿Enserio?
Nora: Pero no solo para eso… Cristina entiende mucho de trabajos de oficina, desea adquirir mas experiencia y tiene grandes deseos de ponerse a las ordenes de un hombre competente, ¿Podrias hacer algo a favor de Cristina para complacerme?
Helmer:
...