Gramatica y ortografia
Enviado por Juan HG • 12 de Noviembre de 2017 • Apuntes • 1.196 Palabras (5 Páginas) • 345 Visitas
¿Gramática? ¡Qué aburrido!
Las palabras son algo mágico, maravilloso; permiten comunicar nuestras ideas; nos sirven para disfrutar la lectura; para enterarnos de lo que dijo algún político, aunque no lo entendamos; para conocer las buenas noticias y las malas también. Con ellas podemos, a veces decir más allá de lo que realmente decimos, y si no, recordemos la encantadora ironía y el pícaro doble sentido, que lo mismo sirven para no decir abiertamente lo que pudiera comprometernos, que para insultar con elegancia o, de plano, para burlarnos de alguien sin que pueda reclamarnos.
Pero las palabras, si no las reconocemos bien pueden causarnos algunas dificultades: ¿exención se escribe con x o con xc (excención), o con mucho trabajo? ¿En la frase “HAY UNA PERDIDA EN LA OFICINA” Debo poner algún acento?; pues depende si se tienen una perdida o una pérdida. Y si el orden de los factores no altera el producto ¿por qué no es lo mismo “hombre pobre” que “pobre hombre”?
Cuando alguien habla incorrectamente y se le corrige, suele responder: “Pero me entendiste”, No ? Se defiende diciendo que nuestro interlocutor nos entienda o medio entienda, para no detenerse en lo que considera son áridos estudios gramaticales.
Es cierto que el lenguaje oral busca la comunicación inmediata, es práctico, se da en las frases dispersas de varios interlocutores: llamadas de atención, preguntas, respuestas, órdenes, exclamaciones, lamentos etc., en donde muchas palabras resultan obvias, sobrentendidas…Por su parte, el lenguaje escrito fluye en oraciones o párrafos cuya estructura responde a la totalidad de un texto, y su intención es ordenada y hasta estética.
La gramática enseña a ordenar nuestros pensamientos para lograr una expresión clara y coherente de las ideas. El idioma debe permanecer y no dispersarse en un montón de formas e interpretaciones; si cada quien escribiera a su gusto, se prestaría a confusiones y no habría uniformidad en el lenguaje: Confiar sólo en la intuición, en escribir como se habla, no es pues, lo más conveniente.
Merino, María Eugenia
Las palabras
Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…Me prosterno ante ellas…Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito…Amo tanto las palabras…Las inesperadas…Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen…Vocablos amados…Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo , metal, rocío…Persigo algunas palabras…Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema…Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas…Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto…Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola…Todo está en la palabra…Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces…
"Son antiquísimas y recientísimas…Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada…Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo…Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra…Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…el idioma. Salimos perdiendo, Salimos ganando…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras.”
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