HABLAR Y ESCUCHAR
Enviado por Edith2688 • 1 de Octubre de 2013 • 524 Palabras (3 Páginas) • 778 Visitas
HABLAR Y ESCUCHAR*
Ana María Borzone de Manrique
Tiempo de compartir
Es una actividad que se realiza al comienzo de la jornada en la que se busca la participación generalizada de los niños, la rutina de tiempo de compartir privilegia la participación diferenciada de los chicos. Un niño por vez toma la palabra como principal locutor, mientras que los demás limitan su intervención a hacer comentarios y preguntas sobre el tema planteado por el protagonista de ese tiempo.
La maestra puede interactuar con un niño en particular, brindándole especial apoyo a su expresión lingüística; que los niños puedan hacer un relato completo y que cada niño tenga un espacio de privilegio para contar sus vivencias.
Cuando se da una participación indiscriminada, se corre el riesgo de que sean siempre los mismos niños los que intervienen, aquellos seguros de su expresión, que se adueñan de la palabra de todos.
Durante estos episodios de habla, los niños permanecen sentados en ronda, atentos a lo que su compañero quiere contarles, ya que el objetivo de ese momento es que los niños, rotativamente, compartan a través del relato una experiencia que han vivido, un cuento que conocen, un programa de tv que han visto.
Las intervenciones de la maestra varían de acuerdo con el niño que toma la palabra y también en el curso del año, respondiendo así a las diferencias entre los niños y a la progresión de su desarrollo.
Es importante que la maestra este bien informada sobre las condiciones de vida del niño, la composición del grupo familiar, sus experiencias escolares anteriores, su medio de procedencia, las diferencias lingüísticas según la comunidad de habla, las actividades de los padres y hermanos.
Cuando la maestra comprende, acepta y respeta las diferencias entre los niños en el uso del lenguaje y en la respuesta a situaciones de aula, y se interioriza de las condiciones de vida de cada niño, puede intervenir mas apropiadamente para responder a sus necesidades diferenciadas. La maestra pone en juego estrategias de apoyo al desarrollo lingüístico del niño: repeticiones, reestructuraciones, continuaciones.
Con esta actividad diaria se observa en el curso del año como los niños ganan autonomía y seguridad en su expresión a través de un trabajo sistemático de apoyo por parte del docente y al ir internalizando la rutina de tiempo de compartir.
Es necesario mantener la interacción centrada en el tema para que la experiencia relatada tenga coherencia global como discurso. Cuando las intervenciones de otros niños pueden derivar el intercambio hacia otros asuntos, la maestra retoma el tema original y devuelve al protagonista el turno de intervención. Cuando es el mismo protagonista el que introduce temas que no pertenecen tener una clara relación con la experiencia que se está relatando, la maestra le proporciona al niño relaciones
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