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HONRARAS A TUS PADRES


Enviado por   •  19 de Octubre de 2014  •  776 Palabras (4 Páginas)  •  553 Visitas

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JORGE SKINFIELD

Honrarás a tus padres

...y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna, solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.

Apocalipsis

No soy mala. Antes lo creía, me sentía así, tonta e inútil. Todo cambió desde que hablé con Miss Lu¬pita, ella me dio consejos, me hizo pensar y ayudó a que yo encontrara mi bondad.

Había pasado una semana espantosa, llena de gritos, regaños y bajas calificaciones. A eso vino a sumarse lo de Clara. Fue en un receso, ella se acercó junto con sus amigas para burlarse de mí; opté por no hacerles caso.

—Oye, mugrosa, no deberías estar aquí, dedí¬cate a lavar los baños, a recoger la basura.

Sentí la cara muy caliente. Las bocas de las ami¬gas de Clara estallaron en carcajadas, la voz se me quebró y apenas pude contestar "déjame en paz".

Clara me miró burlona, con toda la burla que había en su rostro hermoso como de virgen.

—Ésta es una escuela decente, no deberían aceptar a la hija de un borracho y una p...

Era una virgen malvada. Las risas se volvieron insoportables, tenía ganas de llorar y me dolía la ca¬beza. No pude más; le di una patada en el estóma¬go, aproveché su caída y monté en ella, hice que tragara lodo.

Sus amigas corrieron a la dirección, dijeron que la había atacado sin ningún motivo. La directora me regañó muy feo, dijo cosas que no debió, ofendió a mi familia, a mí. Era como la voz de Clara ocupando el cuerpo de la directora.

Sentí deseos de morir para no molestar a nadie, para no llorar más y que no me castigaran. En el otro mundo nadie me diría mugrosa y no habría ni¬ñas rubias que me molestaran. Le pregunté a Miss Lupita cuál era la forma más rápida de morirse. Le hablé de mi padre, que nunca me mira a la cara, que olvida la fecha de mi cumpleaños, siempre apestan¬do alcohol.

Mamá está eternamente triste, en casa no habla mucho y se dedica a planchar o a ver televisión. Sólo cambia su gesto cuando discute con papá; se le agria el rostro, avienta cosas. Las únicas veces que sonreía era cuando se acostaba con otros hombres. Eso me daba asco, a mí no me gustaba que tocasen mis caderas.

Miss Lupita es una maestra buena, siempre está sonriendo, juega con todos los alumnos y su clase es divertida. Platicó conmigo, me dijo cosas en las que nunca había pensado. Sugirió que el cambio viniera de mí y no de los demás, dijo también que yo no era mala. Me pidió que todos los días hablara con Dios y ocupara mi tiempo libre en algo provechoso.

Me inscribí en el taller de primeros auxilios, y pedía permiso para ayudar en el laboratorio de bio¬logía. Mis maestros se sorprendieron con el cambio y me felicitaron,

Todas las tardes voy a la iglesia y rezo por la gente que sufre. A veces veo cómo se mueven las manos de los

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