Hijos de la malinche, es una reflexión sobre la historia y la identidad de los mexicanos

COMENTARIO #Hijos de la malinche#.

Primero que nada este ensayo es una reflexión sobre la historia y la identidad de los mexicanos y analiza críticamente la sociedad mexicana sobre la base de su historia, sus relaciones con otras culturas, así como el carácter colectivo de los mexicanos. Paz logra desmadejar la incógnita de la mexicanidad de una manera clara e inteligente, marcando con el laberinto un hito en la literatura y el pensamiento de muchas personas que lo han leído.

Los hijos de la malinche es un ensayo en el que nos redacta al mexicano, yo creo que es un buen ensayo el cual nos hace reflexionar sobre nuestras formas de pensar y hablar.

Nos provoca la inquietud de pensar antes de hablar, de pensar en el significado y en los daños que puede causar psicológicamente y socialmente.

Nos hace pensar en la forma en la que nos expresamos con la sociedad y el entorno, el comportamiento que tenemos nos lleva a ser personas inseguras.

El mexicano se siente poderoso o con mucha importancia cuando dice la palabra chingada o a la chingada, cuando saben que significa la palabra y cuáles son sus raíces, es ahí en donde se refleja la ignorancia.

Viendo más a fondo el ensayo, me intriga como se refiere al mexicano como tal, lo describe de una forma cruel así, lo impone a él como un número de fábrica prescindible, como alguien que no quiere o no se atreve a ser él mismo.
Por otro lado, se da a entender que, un grito es suficiente para darnos a notar ante los demás: ¡Viva México hijos de la Chingada!, ese grito eufórico, cargado de alegría, afirmación pero que a la vez hace reflexionar, rematando con la pregunta ¿Quién es la chingada? Aunque se trata de desenmarañar la definición de ‘chingar’ que me gusta como lo dice, esa satisfacción que uno tiene al decirlo, como un verbo, para ofender o para definirse a sí mismo, toma un sentido diferente cuando trata de alzarse a la realidad, al parecer se menciona a la mujer que ha pasado penas por el México en el que vive, lo da a ver como el resultado de la femineidad rota por los conquistadores, mas sin embargo, los hijos de la Chingada son engendros si se le quiere ver literalmente, un malinchista como tal.
Al gritar, ¡Viva México hijos de la Chingada! Continuamos gritando las ganas que tenemos para no ver lo que no nos conviene, un sentimiento de negación que nos hace cerrar los ojos al pasado.
Aunque el autor nos narra la separación del mexicano consigo mismo y su afán de trascender la soledad que lo rodea.

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