Historias absurdas que cobran sentido.

Historias absurdas modificadas para conseguir un sentido lógico.

1-El niño y su padre.

-He fallado hijo mío. Debido a las responsabilidades de la vida de un adulto, he descuidado lo más importante en mi vida; tú. Así que hazlo, hazme saber mi error, que un castigo tuyo es lo menos que merezco- dijo el padre.

-Papi, te has portado mal, me has descuidado, tu trabajo se ha vuelto más importante que yo, más importante que tu pequeño. Un partido te pedí, y hoy, cuando más te necesitaba, cuando fui delantero y anoté 3 goles, tu no llegaste. Por eso te castigo con suspenderte tu trabajo, hoy no habrá más oficina, apagarás tu celular y repondrás el tiempo llevándome al parque y jugando hasta tarde-

El padre sonrió y sin más remedio, apagó su teléfono y abrazó a su hijo.

A lo lejos la entrenadora y una madre de un niño del equipo, observaron lo sucedido y comentaban lo ejemplar que era ese padre. Trabajando tan duro todos los días y esforzándose para darle suficiente atención a su hijo por igual.

2-El pie cortado

-Esto ha llegado de la escena- dijo el oficial entregando el pie izquierdo encontrado en la escena.

-Necesitamos un especialista, llama y entrega esto a la señora Medina. -El señor Marcos se levantó y se apresuró a ver la doctora medina con el paquete en mano.

-Señor Marcos, supongo que esto es un pie- dijo la doctora

-Creemos que le fue cortado a nuestro sujeto-respondió Marcos.

-Está en muy mal estado, ni siquiera sé si es real- dijo mientas le daba el paquete devuelta al oficial.

-Envíaselo al Dr. Manuel y él nos dirá.

Después de una revisión con un corte al tejido y su respectivo análisis, el Dr. Se mostró consternado; tomó el píe y lo tiró al basurero. Tomó el teléfono e inmediatamente llamó a la doctora Medina.

-Su supuesto pie no es más que mitad carne de cerdo y mitad caucho de maniquí, todo ha sido un montaje.

3- Las parejas

Las palabras le cayeron de golpe casi derribándolo. Tanto tiempo había pasado, tantos años… y, aun así, ahí estaba ella, aquella chica que había amado por tanto tiempo le declaraba su amor. Todo cobraba sentido, todo parecía feliz, pero los tiempos habían cambiado y ahora todo era distinto. Ella estaba comprometida, un moribundo de cáncer. No podía abandonarlo, no ahora. El entendía.

Ambos se despidieron y prometieron mantenerse en contacto, vendrían tiempos difíciles. Ella se dirigió a comprar una torta. Al enfermo le gustaban. Extrañas cosas te alegran cuando estás a punto de morir.

Al llegar al final de la calle pasó lo inesperado. Ambos hombres, el olvidado y el moribundo. Tres personas que compartían cierta tragedia se encontraron. Ella entregó el presente y decidió presentarlos. Todo estaba claro, todo era tranquilo. El momento era inexplicablemente cómodo.

El hombre se acercó al enfermo, estrechó su mano y le dijo lo honesta, prudente y maravillosa que era su pareja. Este a su vez observó la torta y en un todo de aprobación, ascendió con su desnuda cabeza.

4-EL enfermo que demanda a su doctor y viceversa.

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