Hombre De La Esquina Rosada

A Rosendo se le tenía temor por causa de su jactancia de machismo, pero el día al que refiere el cuento esta faceta se le dejaría de creer, enterándose la gente que todo estaba construido por sus habladurías. Ya que del norte venia un hombre a desenmascarar su falsa fama. Su nombre era Francisco Real, un hombre fornido y al igual que Rosendo con fama de matón, mejor conocido como “el Corralero” y es una persona que se jacta de su poder, por lo cual quiere derrotar y humillar a todo aquel que tenga fama de ser más varón. Prácticamente se trata de un enfrentamiento entre dos figuras de respeto, admiración y temor. Francisco Real sale triunfante en eso de amenazar y humillar la fascinación del pueblo en especial del propio narrador ridiculizando a Rosendo, ya que este responde cobardemente frente a las provocaciones de Real.

Lo anterior nos muestra la triste realidad, demostrándonos que aquel a quien tanto admiraban e imitaban, no era más que otro ser tan igual o peor que ellos con temores y miedos. De ahí se dieron cuenta de que su ídolo tenía pies de barro. El narrador-personaje manifiesta sus sentimientos; él se sentía deshonrado y avergonzado, el enfado y coraje que sentía hizo mostrarnos su admiración en su máximo esplendor.

El premio al vencedor era la Lujanera, así que el campeón salió del lugar bien acompañado dispuesto a disfrutar del triunfo, para después regresar pero esta vez agonizante tras haber sido apuñalado por un personaje “aparentemente desconocido”.

En el desenlace de ésta trama el narrador-personaje se declara o insinúa que el asesino del Corralero había sido él, un hombrecillo de bajo perfil, bien percibido como insignificante para más de uno y para muchos lectores una persona que defiende todo atentó contra sus ilusiones y sus ideales, que en este caso es la grandeza que representaba para el Rosendo Juárez.

La infamia se convierte en el tema central de este cuento con su participación como ofensa pública que sufre la fama, el honor o la dignidad de dos personajes igualmente admirados en un pueblo donde se le respeta al más malo.

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