Humanos¿Listos de fabrica o moldeados?
Enviado por cotealvearv • 2 de Agosto de 2019 • Ensayo • 1.570 Palabras (7 Páginas) • 122 Visitas
Humanos, ¿Listos de fábrica o moldeados?
Todos a lo largo de nuestras vidas nos hemos encontrado en aquella etapa de confusión la cual generalmente suele ser la adolescencia. En esta fase nos cuestionamos quienes somos realmente y cuál es nuestro propósito en este mundo. Ahora, se nos presentan dos grandes variables que afectan en nuestra identidad: la genética y el entorno. Si nuestro “yo” interior; nuestra alma, dependiera cien por ciento de la genética seríamos todos clones con distinto cuerpo; pero como ya sabemos, no es así. A pesar de que hay muchas personas que aún siguen insistiendo con la teoría de que nuestra alma no es nuestra y es de alguien más que usa nuestros cuerpos para reencarnarse, creo yo que todos somos únicos y distintos. Como muchos de nuestros padres ya están conscientes de éste hecho, saben cómo controlarnos en la mayoría de las ocasiones, aunque hayan otros quienes les hace falta práctica. Es decir, el hecho de que somos mitad clon, mitad “yo” les permite a nuestros padres anticiparse al momento de actuar.
Es así como nuestro ser basa su mayor parte en la genética heredada por nuestros padres. Puedo afirmar que a todos alguna vez nos ha tocado escuchar “¡Oh wow! Hablas igual que tu padre.” o “Te ves igual a tu madre”, siendo éstas características no aprendidas. En cambio, nos han dicho otras cosas tales como “Haces los mismos gestos que tu madre” “Tomaste la misma actitud que tu padre cuando se enoja”, transformándose en actitudes aprendidas. Sinceramente no soy una experta que pueda hablarles sobre la complejidad de la genética, pues no soy científica pero si he vivido suficientes experiencias que me han hecho formular mi propia opinión sobre el tema de la identidad. Según expertos nuestra personalidad se desarrolla gran parte siguiendo códigos de nuestra genética, se ha hablado también de la epigenética, la cual consiste en el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes y la influencia ambiental, pasando de generación en generación hasta llegar a nosotros. Es decir, llegamos al mundo a la mitad y dependemos de qué nos dejen nuestros ancestros, la otra mitad se irá completando con nuestras vivencias y aprendizaje.
Las discusiones con nuestros padres son por dos razones: Porque nuestras similitudes nos provocan “choques” o nuestras diferencias nos hacen estar en desacuerdo con todo. Discutir sobre un tema sea con quien sea, pone sobre la mesa variadas opiniones y argumentos que muchas veces se defienden de una misma forma, apelando de cierta forma y utilizando las mismas maniobras. Pongámoslo así: Dos autos; uno con más experiencia que el otro en carreras, se ponen de frente y compiten por quién avanza más rápido, el más nuevo aprende las técnicas del más experto, agregándolas a sus conocimientos y formulando sus propias estrategias. Ambos aceleran y uno llega más lejos pero se encuentran en punto y chocan. Es exactamente como ocurre con nosotros. Nuestros padres gracias a su experiencia pueden saber más sobre cómo “manipular” y nosotros, hijos, aprendemos esas mismas maneras de actuar y para nuestro beneficio, muchas veces son efectivas al momento de utilizarlas con ciertos retoques. En cambio, como ya les mencione anteriormente, nuestras experiencias moldean nuestra forma de ver al mundo por lo que todos variamos en nuestro ser, a veces estas variaciones nos llevan a la falta de comprensión con ciertas personas, incluyendo a nuestros familiares. Aquí la genética no tiene nada que ver, se trata de nuestra forma de vivir la vida. Si copiáramos todo lo que nuestros progenitores hacen estando con nosotros, no podríamos nunca apelar sin que predigan cada cosa que haremos, así que cada uno de nosotros buscamos la forma de usar las debilidades y fortalezas a nuestro favor y con nuestro propio estilo.
Ahora, refiriendonome al entorno, algo que nos diferencia por completo es la tecnología con la que crecimos y con la que fuimos educados. Nuestros padres se han sorprendido este último tiempo de todo lo que les facilita la crianza el hecho de tener una Tablet, un monitor o un celular. Lamentablemente la mayoría de nosotros no asimila todo lo que ésto les ha hecho perder: comunicación y confianza. Si ya muchas veces es dificil enteder a nuestros hijos, imagínense como es al vivir en mundos distintos en donde no nos exigimos a nosotros mismos a pensar en voz alta para hacer valer nuestras opiniones, o exigir derechos cara a cara con alguien, en este caso papá o mamá. Hemos perdido muchos beneficios que nos fueron entegados como seres humanos tan simples como el poder conversar u opinar. Ya somos muy pocos quienes nos atrevemos a enfrentar la vida sin escondernos detrás de una pantalla, es como si la parte de nuestra identidad que debería estar desarrollándose, se esté desvaneciendo poco a poco. Piensen lo despreocupados que nos hemos vuelto, ¿Es eso un avance? Hasta donde yo sé la sociedad moderna cree que la mejor invensión es la tecnología, ¿Será que no sabemos sacarle provecho como se debe? No podemos esperar crecer como personas y desarollar un “yo” único si es que tendemos a ser sedentarios manteniendonos constantemente dentro de cuatro paredes en donde nos sentimos cómodos y conformes por el simple hecho de tener acceso a una red de WiFi. Es preferible tener los pies en la tierra que los ojos en la pantalla. Hay que vivir y gozar para poder avanzar.
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