HÁBITOS DE LAS PERSONAS FELICES

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO “RAFAEL ALBERTO ESCOBAR LARA.”

MARACAY- ESTADO ARAGUA

Juan Hojas Yoneida Villegas

C.I: 12.144.083

Maracay, Mayo 2015

Hábitos de las personas felices

Los seres humanos dedican sus vidas a una continua búsqueda pretendiendo alcanzar la felicidad, como si fuese un premio o algo que simplemente crece en algún extraño árbol. Muchos consideran que se alcanza la felicidad al tener dinero, una carrera profesional, amor, diversión, familia, entre otros, y al final de la carrera de la vida terminan decepcionados concluyendo que nunca fueron realmente felices.

Lamentablemente muy pocas personas descubren que el secreto de la felicidad no está en lo mucho que se tiene o se hace, sino que está en cómo se hace, en el amor y la dedicación que se emplea para realizar cada actividad; de este modo es válido afirmar que el tan deseado conocido como “felicidad” no está en seminarios, libros, ni en la montaña más alta, realmente está más cerca de lo que se cree, en el interior de cada individuo.

Estar complacido con lo que se es y con lo que se tiene y ser agradecido por ello es la vía más correcta y eficaz hacia la felicidad, al igual que disfrutar de cada pequeño detalle de la vida tanto en lo bueno y agradable así como lo que no lo es tanto.

La verdadera felicidad está escondida en los detalles más simples que son los que marcan la diferencia esto ha sido comprobado por aquellos que han logrado vivir de manera feliz; al analizarlos como grupo de personas se ha hecho manifiesto que para vivir felizmente es necesario encontrar el equilibrio perfecto entre el “yo” interno y el resto del mundo, esto se consigue sin mayor complicación sólo se requiere aprender a darse con alegría a los demás, descubrir la satisfacción del dar desinteresadamente sin permitir que se llegue al abuso, ejercitarse en dar gracias en la buenas y malas, amar sin esperar ser amado.

Las personas felices han demostrado que mientras más se dan a sí mismas más felicidad adquieren, sin embargo se ha notado que para poder dar de sí es imprescindible tener una buena autoestima, saber valorarse y respetarse por lo que se es, pues en la medida que el ser humano más se quiera, más sencillo será dejarse querer y ser querido, es científicamente comprobado que a las personas les agradan los individuos que se estiman a la vez que mantienen una verdadera humildad.

La humildad y sinceridad son elementos esenciales que permiten gozar de la felicidad, aquellos que son humildes no se complican con las controversias de la vida, de modo que no logran ser afectados por las agresiones, malos tratos o cualquier otra manera de perturbación, su alegría no reside en lo que acontece en su entorno

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