Juan L. Cortes

Juan L. Cortes

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La educación es una herramienta que influye en el desarrollo y formación del tipo de personas que seremos en la sociedad. Esta es uno de los aspectos más importantes en la formación como ser humano. La capacidad de razonar y pensar analíticamente es lo que nos diferencia de la raza animal. Por tal razón, cada país se enfoca en proveer a la ciudadanía el derecho a educarse y formarse. Esto lo hace a través de la creación de leyes, cartas curriculares, escuelas públicas, programas educativos, entre otros. No obstante, en los últimos años la educación ha experimentado un periodo de deficiencias. Actualmente en Puerto Rico, se han reportado diversas dificultades a niveles administrativos, magistrales e incluso motivacionales de parte del estudiantado. Los principales medios de comunicación del país hacen hincapié en lo precaria que es esta situación. Titulares como “Demanda federal contra departamento de educación por violación a educación especial”, “Rezagada la educación”, “Ausentismo y renuncia de maestros afectan a estudiantes” y “Escuelas Cerradas” son la orden del día para describir lo que atraviesa la educación pública puertorriqueña. En este ensayo expondré, dos situaciones que afectan la educación pública en nuestro país. Estas son la gorbernalización de la educación y la desmotivación magisterial.

Una de las principales situaciones que afecta la educación pública puertorriqueña es la política. Cordero (2013) reportó que al inicio del segundo semestre escolar, había 200 plazas de maestros sin cubrir y el 87 % de los planteles no tenían los recursos para realizar mejoras a la infraestructura. A su vez, el autor indica una ineficiencia en los procesos administrativos, los cuales impiden la mejoría a esta situación. La política en el transcurso de los años parece estar más engranada con la educación, en vez de suceder lo contrario. La calidad de la educación es siempre un tema de debate. Los políticos en su mayoría lo usan como excelentes propuestas para sus campañas y finalmente muchas de sus promesas quedan sólo en eso, promesas. Esto se ve reflejado, en las deficiencias con la educación especial reportadas al principio del año escolar 2014. Al comienzo de clases, no había transportación ni ayudantes titulo 1 para facilitar el proceso educativo y garantizar el derecho a una igualdad de oportunidades. Se puede decir que la educación está definida por cambios gubernamentales o de “colores” y es reflejo de la crisis existente en el país.

Otro problema que afecta la educación pública puertorriqueña es la desmotivación magisterial. La presidenta de la Unión Nacional de Educadores, indicó en un reportaje “el magisterio siente que su labor no es apreciada, que se desvaloriza cada vez más en su función y que se le responsabiliza por todos los problemas que aquejan la escuela

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