LA BALADA DE LOS DESTERRADOS
Enviado por Rosa Zevallos • 6 de Abril de 2019 • Monografía • 3.901 Palabras (16 Páginas) • 166 Visitas
LA BALADA DE LOS DESTERRADOS
E.P.
IRA
Siempre la ira.
Siempre humana, tan humana y tan necesaria.
Siempre ahí,
incluso en la distancia.
MÚSICA PARA NIÑOS
Una tonada, que recuerda a la voz de su mamá, es una buena forma de llamar a la esperanza para cuando la noche está más fría.
Pero cómo explicar al niño que esa voz jamás volverá, que no va a tomar forma humana, que solo es una sombra que va y viene y que se sienta en la misma banca donde él comenzaba a llorar.
Una tonada, un recuerdo sin cuerpo, un pasaje de la memoria que lleva pasos de nostalgia.
MUÉRDAGO
Bajo una promesa se concurre la gente.
Vienen como moscas sobre la fresca miel.
Vienen como los peces que caen con la carnada.
Algunas personas son amables, otros, sencillamente, son escoria.
¿Cómo diferenciarlos? Los amables buscan sentarse solos, la escoria necesita llamar la atención.
Son como el muérdago navideño que atrapa a las parejas, siempre necesitan ser señuelo.
RECORDANDO A LA CHINA
La China de mi madre siempre asiste ceremoniosamente a cumplir con su cívico deber.
Podemos decir que es un deber religioso, que le apasiona así como a mí me apasiona esta escritura.
Ahí la veo, siempre firme, caminando al lado de la basura y en un largo sendero donde hay muertos al lado del camino.
Me pregunto
si ella es quien les deja flores cada vez que regresa a casa.
EL HOMBRE DE LAS MONEDAS
Hay un tipo al cual, el tiempo, le ha provocado que el invierno le nieve en la cabeza.
Es una pequeña travesura del minutero el que hace que a medida que avance el tiempo comience a vaciarse sus bolsillos.
Tiene amantes que alimentar y urgencias que atender.
Lo bueno, para él, es que siempre hay una caja de donde saca el pan y el pescado.
Ha llevado el Sermón de la Montaña a su trabajo diario: ve multiplicar un sol en cien soles cada día.
Y lo mejor nadie se ha dado cuenta, ni el Cura que lo abraza y le soba la cabeza.
LOS PERDIDOS
Hay gente que se golpea el pecho y luego van por la calle y van olvidando a la gente y van perdidos en el camino y van tomando cerveza fría y van comiendo del dinero de otros y van consumiendo su vida y van optando por el ayer y van cayendo de monotonía.
Porque solo celebran la vida en una ronda de chisme y porquería.
Así, sin pena ni culpa, han sido exonerados del pecado desde que asientan la cabeza y besan los pies del que obra de juez.
Hay gente que se golpea el pecho mientras le esconden la paz al amigo.
INTERROGANTE
Me pregunto, a mitad de este camino, si Dios atiende las plegarias de sus hijos.
A veces me cuestiono esto mientras miro las imágenes que hay de él.
Lo malo de las pinturas es que no logran captar las enfermedades.
Quizá Dios era sordo y nosotros solo le lanzábamos plegarias sin poder escribirle una carta.
A veces creo que Dios es poeta, pero nadie entiende su obra.
LAS SOMBRAS DE LOS GATOS
Ahí caminan las sombras de los gatos con los pantalones pegados, con los accesorios desbordando.
Ahí van las sombras prohibidas, algunos son masculinos, otros son femeninos.
Algunas son masculinas otras son femeninas.
Pero todas las sombras son peligrosas, la pregunta es a qué parroquiano seducirán esta tarde.
EL PRESBÍTERO
Hombre que viste de negro, con nieve sobre la cabeza. Hombre que toca el cielo y que viene del extranjero.
¿Cuántas fieles has confesado?
Porque la pregunta es ancha mientras te llenas de aplausos y tu jefe no te corrige.
Quizá le vendas la mentira así como vendes la lealtad.
Por unas caderas anchas vendes a Dios en el confesionario.
EL EVANGELIO DE LAS MOSCAS
Van y vienen.
Van y vienen como procesión fantasmagórica, cruzando el umbral de madera y escuchando sus pensamientos.
Van y vienen como las mariposas y los renacuajos, como los peces en el salvaje río, como la muerte en el pasillo del hospital.
Van y vienen, dejando que el tiempo pase bajo sus pies y comience a desmoronar el silencio que se apropia de sus ojos vendados.
Van y vienen.
Van y vienen.
Ahora solo vienen, nunca se van.
MATAMOSCAS
Y una palabra seca que cae como rama que cae durante el otoño.
Así vigilante cae la muerte sobre las cabezas de las puritanas disfrazadas de cordero con aliento de perro.
¿Qué se podría hacer si el mundo se pinta con los ojos de un presbítero que sufre de ceguera?
LA TEJEDORA
La abuela sentada en la sala tejiendo el pasado mientras su nieto se transforma en un espejo que refleja lo que convenga a la hora que convenga.
La abuela reza por su nieto y su nieto se transforma en fuego que quema.
Quema.
Quema.
Quema y mata.
DUALIDAD
Ahí, donde la sombra se extiende hay un hombre que se cubre el rostro. Aprovechando el dolor ajeno atrapa las entrañas del pequeño y las arroja a los gallinazos.
Ahí, donde un hombre se golpea el pecho, hay otro que le soba la espalda, que le regala dinero, que le pone las manos bajo los pantalones y le aprieta los huevos.
Es un par de hombres maduros que se entregan como amigos, pero que en realidad son cazadores:
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