LA ECOPEDAGOGÍA: “UNA MIRADA HACIA EL FORTALECIMIENTO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE DESDE LA UNIVERSIDAD Y EL PODER POPULAR.
Enviado por Joha Ricc • 17 de Enero de 2016 • Examen • 7.459 Palabras (30 Páginas) • 238 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ-APURE
VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL
COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
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LA ECOPEDAGOGÍA: “UNA MIRADA HACIA EL FORTALECIMIENTO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE DESDE LA UNIVERSIDAD Y EL PODER POPULAR.
Autora: Lenys Rico
Tutor: MSc. Juan Marcos Salazar
San Fernando de Apure, Noviembre del 2013
ÍNDICE
Pág.
CAPITULO I
TEJIDO DE APROXIMACIÓN AL CONTEXTO DE LA REALIDAD
Contexto problematizador
Formulación de la inquietud científica
Propósitos de la investigación
Propósito general
Propósitos Específicos
Importancia de la investigación
CAPITULO II
MARCO TEÓRICO REFERENCIAL
Antecedentes investigativos
Sustento legal
Sustentación teórica
La ecopedagogía
Desarrollo sostenible
La ecología del bienestar
El Poder Popular como factor social de desarrollo
Teorías de apoyo
El constructivismo
La teoría ecológica de Bronfenbrenner (1987)
CAPITULO III
MARCO METODOLÓGICO
Enfoque
Método
Escenario
Informantes claves
Técnicas de recolección de la información
Instrumentos de recolección de la información
Validez y credibilidad
Técnica de análisis de los resultados
BIBLIOGRAFÍA
CAPITULO I
TEJIDO DE APROXIMACIÓN AL CONTEXTO DE LA REALIDAD
Si la esencia de la vida en comunidad se basa en la posibilidad de elucidar e integrar los mejores rasgos de los individuos que la constituyen, es necesario que la educación, como instrumento de socialización y de actitud crítica, adopte respuestas válidas para los retos que tiene planteados la humanidad. Uno de ellos, tal vez el más relevante en un momento de cambio global como el que vivimos, es el de reorientar nuestras formas de vida hacia la austeridad, la moderación y la sencillez, para romper con el círculo vicioso de la acumulación económica de unos pocos a costa de la pobreza del resto de la humanidad y de la destrucción del medio ambiente.
Por lo tanto, si se deja interpelar la educación desde esta perspectiva, se diría que debe caminar hacia una renovación inteligente del arte de vivir y avanzar hacia la convivencialidad, restituyendo la comprensión del valor de la naturaleza y contribuyendo a la equidad social y la diversidad cultural. En este sentido, educar es favorecer el progreso humano, pero el de toda la humanidad, no el de una pequeña parte privilegiada a costa del resto, como viene sucediendo históricamente.
En este respecto, la educación se enfrenta, cuando menos, a dos retos ineludibles: por un lado el reto ecopedagógico, que implica contribuir a formar y capacitar no sólo a jóvenes y niños, sino también a los gestores, planificadores y las personas que toman las decisiones, para que orienten sus valores y comportamientos hacia una relación armónica con la naturaleza; por otro, el desafío social que, en un mundo en el que la riqueza está muy injustamente repartida, nos impele a transformar radicalmente las estructuras de gestión y redistribución de los recursos de la Tierra. Ambas cuestiones constituyen verdaderos ejes referenciales al hablar de desarrollo sostenible.
Sobre la base de lo antes planteado, se puede decir que si en algo puede contribuir la educación a contrarrestar los efectos negativos de la globalización económica es fomentando en niños, jóvenes y adultos un cambio de mirada, y este cambio alude a la comprensión intelectual del mundo, pero también a los valores con que nos aproximamos a él, a la reivindicación de los aspectos sensorialesy afectivos para interpretarlo, a la aceptación de que el conocimiento puede y debe construirse no sólo en los ámbitos disciplinarios, sino también en los márgenes del sistema, en los territorios de frontera, allí donde florecen los encuentros más fecundos en lo que podríamos denominar los ecotonos del saber.
Se tiene entonces que, durante siglos, la educación se centró exclusivamente en el mejoramiento del individuo, fue absolutamente antropocéntrica. Pero, en la segunda mitad del siglo XX, y estimulada por la necesidad de responder, al mismo tiempo, a una problemática ecológica que ya se dejaba sentir, nacieron movimientos educativos que ampliaron su campo de acción: la educación ambiental, la ecopedagogía, la ecología del bienestar, la socioecología, entre otras. En esencia, Según Sureda (1999), puede afirmarse que “la ecopedagogía es consecuencia del cambio de lectura que el hombre empieza a realizar, a fines de la década de los sesenta, del escenario de su vida” (p. 90).
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