LA ISLA DEL TESORO
Enviado por • 8 de Septiembre de 2012 • 3.679 Palabras (15 Páginas) • 855 Visitas
La isla del tesoro
Versión libre basada en la novela de Robert Louis Stevenson “Treasure Island”,
con la aportación impagable de José de Espronceda con su obra “Canto a Teresa” y de Rubén Darío
con su poesía “A Margarita Debayle”. Gracias también a Carmen Gil Martínez
que nos permitió hacer un uso impropio de sus ripios.
Alumnos/as de Sexto Curso del C. E. I. P. Onésimo Redondo de Pinto (Madrid) con su maestro Alfredo Blanco.
La obra la va a representar el día 22 de mayo la clase de Sexto B. La sala del teatro
estará decorada con gigantes y cabezudos fabricados por estos mismos alumn@s.
(Entra en el escenario el poeta José de Espronceda acompañado por Teresa
y una cohorte de pelotas que lo animan y ensalzan.)
POETA.- (Declamando) Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Bien dicho, José !!!
(Otro) Qué bonito.
(Un tercero) Precioso, sublime.
TERESA.- ¡Pero, qué dices Pepe! No son maneras de contestarme.
¡Te he dicho que limpies la barca!
POETA.- La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:
POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Así se habla, José !!!
(Otro) Maravilloso.
(Un tercero) Traduce Pepe, traduce.
TERESA.- (Enfadándose) De cachondeo nada, eh Pepito.
¡Sabes lo que te digo... que te vas a ir con tu mamaíta, rico.
POETA.- «Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
POETAS.- (Uno) ¡¡¡ Qué potito, Jose !!! ¡¡¡ Qué potito, Jose !!!
(Otro, imitando el habla de la nación hermana Argentina.)
¡¡¡ Qué lindo !!!
(Un tercero) Enorme lo tuyo Espronceda.
TERESA.- (Se enfada de veras) ¡Ya te digo el Pepito, la que me quiere montar!
¡¡¡ Pepe, vuelve en ti !!! ¡¡¡ Pepe, limpia la barca !!!
POETA.- Pero Teresa, si estamos todos igual. ¡¡¡ Todos conmigo !!!
(El público recita)
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
POETAS.- Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
TERESA.- Déjate de poesía Pepe y empieza a limpiar la barca o llamo a mi madre..
POETA.- (Asustado) Ahhh. ¡¡¡A tu madre no!!! A tu madre no; Teresa que me pierdes.
TERESA.- Así que déjalo ya. Voy a vender los besugos que me quedan en la cesta.
Tú mientras limpia la barca, gandul.
POETA.- Vale, pero sin ofender.
(Sale Teresa del escenario, el poeta se puede quedar recitando...)
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
...