LA LITERATURA INDIGENISTA: CIVILIZACION Y BARBARIE
Enviado por Efi Gerogiorgi • 6 de Marzo de 2020 • Trabajo • 2.706 Palabras (11 Páginas) • 253 Visitas
LA LITERATURA INDIGENISTA: CIVILIZACION Y BARBARIE
1.
Los autores hispanoamericanos de siglo diecinueve han producido una variedad de obras literarias. Los temas que han elegido han sido varios, inspirándose de lo sucedido en América Latina, tanto de la escena política como de la vida agraria. Uno de esos temas, que surgió la década de 1830 intentaba explicar la diferencia entre la gente urbana y la gente del campo. Echeverría, Sarmiento y otros autores, conocidos hasta nuestro tiempo contemporáneo, dejaron su “huella” en este tema extraordinario.
En Argentina hallamos dos de los más característicos ejemplos de esa corriente. Esteban Echeverría (1805-1851) y Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) nos ofrecen sus obras maestras, “El Matadero” (probablemente 1839) y “El Facundo” (1845). Ambas obras fueron escritas durante la dictadura de Rosas, bajo la influencia del romanticismo. Cabe añadir que el contexto histórico de la época ha influenciado en un gran porcentaje los dos autores. De hecho, Juan Manuel de Rosas fue una persona que influyo inmensamente la escena política del país. Es importante que señalemos el hecho que la dictadura de Rosas (1835-1852) no se estableció inmediatamente después de la declaración de independencia (1810), sino después de un periodo tormentoso que atravesó el país, dividida por las guerras civiles establecidas entre los unitarios y los federales. De todos modos, la llamada “época de Rosas” aunque se caracteriza como un sistema despótico, permanece un elemento crítico en la historia de Argentina debido de su larga duración. [1]
La situación política describe Echeverría en “El Matadero”. El autor expresa su indignación por la usurpación del poder y por su uso excesivo, por la corrupción y la falta de morales.[2]Sarmiento por el otro lado, opina sobre las dos tendencias contradictorias sociales y políticas: “la una civilizada, constitucional, europea; la otra bárbara, arbitraria, americana”.[3] Civilización y barbarie es un elemento básico en la obra de ambos autores y esto se hace obvio con la identificación de los federales –rosistas- con la barbaridad y los unitarios con la civilización. [4] De todos modos, “Facundo” inicia con una condena hacia el gobierno argentino que le empuja al exilio. Su frase “On ne tue point les idees” expresa la opinión del Sarmiento sobre lo que llamamos civilización y barbarie: quien es capaz de leer la frase francés, una frase en otro idioma, se caracteriza como civil.[5]Ambos autores y en general el conjunto de los letrados de Argentina han asociado el termino barbarie con el rosismo.[6]
Es imprescindible que comentemos el hecho que “El Matadero” es un texto que pueda aplicarse tan en el romanticismo como en el realismo. Aunque el escritor describe solamente la realidad cruel y fea de su época, la obra tiene un carácter intemporal.[7] También, el texto describe las personas marginadas con colores muy oscuros. En líneas generales Sarmiento y Echeverría opinaban que los marginados pertenecían en la parte de la población argentina que no merecería compartir su idea de unión y democracia porque eran “impuros”[8]. Sarmiento realizo una división tipológica del gaucho: el rastreador, el baqueano, el gaucho malo, el cantor y parece que dijo sobre la pampa: “El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión; el desierto la rodea por todas partes, se le insinúa en las entrañas”.[9]
Cabe mencionar que el lenguaje pueda indicar más intensamente las diferencias sociales. Por lo tanto, Echeverría utiliza un lenguaje más culto y elevado por los unitarios y bajo por los federales, mientras su estilo se caracteriza como “mezclado”. También, la ironía es un elemento ampliamente usado en su relato: quizás sea la clave para entender su modo de escribir[10]. En “Facundo” ha sido adoptado un lenguaje provinciano y campestre, español con tintas americanas a la vez. El uso de lengua coloquial permanece en la obra, mientras observamos la quizás deliberada inexistencia de un concreto estilo. Para terminar, es imprescindible que mencionemos el hecho que su estética ha sido llamada “estética de espontaneidad”.[11]
2.
La tradición es algo importante para todas las naciones debido del hecho que la gente tiene la posibilidad de conectarse con su pasado. En América Latina la creación de tales tradiciones tuvo mayor importancia porque ayudaba en la comunicación de las varias culturas existidas bajo algo común. Entre los escritores que trataron de este tema fue don Ricardo Palma, ampliamente conocido por sus “Tradiciones peruanas” y el sentido humorístico y sarcástico de su escritura.
Ricardo Palma (1833-1919) fue uno de los principales representantes de la prosa peruana. Cabe añadir que sus “Tradiciones peruanas” es una recreación artística del pasado colonial compuesta de material histórico y elementos ficticios. La narración de costumbres y el uso de un lenguaje lleno de arcaísmos, diminutivos y construcciones peculiares contribuyen en la creación de esa obra literaria extraordinaria.[12] De todos modos, la primera edición del libro ha sido publicada en 1872 y desde entonces hasta el año 1910 el escritor estaba enriqueciendo sus tradiciones con nuevos cuentos.[13] En líneas generales, Palma se caracteriza por muchos expertos como tradicionista y no tradicionalista. En el mismo tiempo, Oviedo argumenta que “la tradición de Palma es un género fragmentario, hibrido y variable […] sus maneras son muchas y caprichosas, como si las adaptase al humor del momento.”.[14]Hablando de humor, es imprescindible que comentemos el hecho que ese particular característico representa un elemento clave para las “Tradiciones peruanas”.
Es importante que añadamos que la mayoría de los críticos mencionan el sentido de humor de Palma utilizando una variedad de expresiones: “humor picante y desinhibido”, “su visión humorística del pasado”[15]. Ricardo Palma intentaba de instruir y enseñar la rica historia de su país a través del uso extensivo de su sentido humorístico. También, la ironía y el elemento sarcástico le ayudaban llegar a su meta: provocar la risa a sus lectores. Los episodios humorísticos descritos son llenos de varios ejemplos de la vida cotidiana que ejemplifican deficiencias, locuras e injusticias existidas.[16]
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