LA ORATORIA

LA ORATORIA

"El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, esta en el mismo nivel del que no sabe pensar" Pericles, año el 450 a. C

Para lograr una mayor comprensión de las técnicas de oratoria es necesario conocer sus orígenes e historia, inclusive la vida y obras de los mayores representantes de esta disciplina a través de las diferentes épocas de la historia. Ser un buen orador es, sin duda alguna, una de las herramientas indispensables para lograr éxitos en cualquier etapa de nuestra existencia, y con mayor énfasis para aquellas personas que, como nosotros, eligen profesiones tales como el derecho, la política, la sociología, y la religión (sólo por citar algunas de las mas conocidas).

Por ello debemos entender que un buen discurso amerita, además de una buena idea, un interlocutor capaz de exponer de forma clara y sencilla lo que en realidad quiere comunicar, sin crear dudas ni ambigüedades; estableciendo una interacción dinámica con sus oyentes a través del excelente uso de la retórica. Para ello debemos familiarizarnos con el uso adecuado de las técnicas de oratoria.

Con este objetivo se realizó la siguiente investigación, la cual contiene nociones generales de las técnicas que pueden ser utilizadas para el logro de este fin, así como también, algunos consejos prácticos y sencillos que coadyuvaran ha adquirir destrezas y a enriquecernos con argumentos y recursos que pueden ser utilizados tanto en nuestro desarrollo profesional como en nuestra vida cotidiana.

En términos generales, podemos definir la oratoria como el:

“Arte de hablar con elocuencia; de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra.” Real Academia de la Lengua

Es decir, la oratoria es el conjunto de principios y técnicas que nos permite expresar, principalmente de oralmente, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con el objetivo primordial de comunicar un mensaje.

Con frecuencia podemos utilizar dos sinónimos de la oratoria; retórica y elocuencia. El primero, derivado del vocablo griego “rhétor” (orador), quienes la definen como “arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado la eficacia adecuada para deleitar, persuadir o conmover” y el segundo, que nos señala que la elocuencia no es mas que la “facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover y persuadir”.

La historia sobre los tratados y Y por si esto fuera poco, los oradores cuentan también con un “Padre”, el ateniense Demóstenes (384 – 322 a.C.) pionero de la elocuencia a quien consideramos desde hace mucho tiempo, como el Padre de la Oratoria. “Su caso - como dice Novoa- es un ejemplo de superación y perseverancia, pues a pesar de su tartamudez natural, llegó a convertirse en el más brillante orador de su época...”

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