LA PASION UN ESTADO QUE DEFINE A LOS COLOMBIANOS

“LA PASION UN ESTADO QUE DEFINE A LOS COLOMBIANOS” es un artículo mostrado en el Periódico El Espectador del escritor colombiano Joaquín Robles Zabala, donde nos muestra que tan apasionados somos los colombianos con las cosas que queremos y que no queremos, en el texto el autor nos da a entender que la pasión que llevamos es una que va en contra de las cosas que no nos gustan o que se nos pueden convertir en una piedra en el zapato.

El articulo va con la verdad que vivimos en nuestra patria colombiana, en donde solo sabemos dejar crecer las cosas que nos gustan así sean estas una causante de mal para nuestra sociedad. El escritor Robles Zabala hace un recuento de nuestro pasado turbio y de un futuro casi incierto donde la pasión que llevamos por dentro nos ha hecho elevar a un pedestal las ideas que van con un interés personal y no dejan llevar lo meritorio y lo que nos conviene a una mejor posición.

El escritor nos deja ver una verdad que cada día se hace más influyente en nuestro país, donde los talentos son exiliados y sacados de nuestra tierra, solo por el simple hecho de que nos da miedo las cosas nuevas y donde solo prima un adagio “ es mejor malo conocido, que bueno por conocer”, Donde el autor nos da como ejemplo a el ex presidente Álvaro Uribe Vélez que decía que todo en el país debía ser ganado por merito donde en ese gobierno fue donde más corrupción y más desfalco político y económico al país ha existido.

Si esta pasión nos ha llevado a parecer violentos o ser un país donde no vemos una forma para crecer socialmente, Estoy parcialmente de acuerdo con el análisis que Robles propone en esta columna. Es indudable por ejemplo que echarle la culpa de los problemas de la nación sea únicamente la diferencia entre ricos y pobres, y aunque es verdad que es un factor muy importante más no el único. Ahora afirmar que exista una “cultura de la violencia” o pensar que es culpa de los “genes”, es volver a las viejas explicaciones evolucionistas de los antropólogos del siglo XIX en Europa, y me parece que esos análisis fueron superados. Me parece que la “pasión” no nos define, y que los niveles de violencia no son menos parecidos que en otros países, sólo que acá tenemos la “mala fortuna” de tener una guerrilla anticuada y unos mafiosos que se esconden en la casa de Nariño.

Sea pasión o no sabemos que los colombianos debemos cambiar nuestro posición a las contradicciones y comenzar a comprender que existe un método llamado dialéctica donde toda tesis tiene su antítesis , donde las ideas contrarias al ser aceptadas nos llevan a un mejor porvenir mientras que estas sean para un bien común.

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