LA SOMBRA ANALISIS DEL LIBRO
Enviado por jorck85 • 18 de Septiembre de 2015 • Informe • 3.713 Palabras (15 Páginas) • 145 Visitas
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Esta historia se desarrolla en Miami Beach, a finales del siglo XX, aproximadamente en el año de 1992. Todo comienza cuando un detective retirado, estando en su apartamento de The Sushine Arms, comienza a sentir demasiado solo, y demasiado inútil, cree que ya no sirve para nada y que si se fuera de este mundo nadie lo notaria, y nadie lo echaría de menos pues ya no tiene a ningún familiar cercano en este mundo, y como ya está retirado de su trabajo, nadie lo podría necesitar más, así que se pone a hacer una nota de suicidio en los que explicaba sus motivos, “últimamente me he sentido muy solo, siento que ya no sirvo mucho, extraño a mi esposa y ahora iré a encontrarme con ella”. Fue por su arma a su cuarto, que la guardaba en un cajón de su tocador, la cargo y se dirigió a la sala, donde decidió acomodar un poco antes de llevar a cabo el acto suicida, se dedicó a lavar los trastos y decidió también arreglar su cuarto. Después de todo eso, se fue a la sala, y se preparó, se sentó en un cómodo sillón de piel que estaba frente a una mesita de centro, donde dejo la nota de suicidio y pensó en cómo hacerlo, se dijo a si mismo que lo haría poniendo la pistola en la boca. Se dispuso a hacerlo, tenía todo listo, sintió como los aceites con los que limpiaba su pistola se combinaban con el sudor que corría hasta su boca y después, más adentro, llegaba a hacer una fusión con su propia saliva, sintió como su dedo se aproximaba al gatillo y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo justo cuando se disponía a disparar. Estaba a solo unos segundos de hacerlo, cuando de pronto oyó que llamaron a su puerta, y pensó en si seguir con su acto o atender a la puerta, y deicidio que podría esperar un poco más. Al abrir la puerta, vio que su vecina, una anciana como el, tenía una cara de espanto y preocupación, hacía mucho tiempo que no charlaban, solamente ese cordial saludo con la cabeza que se le da al vecino para darle los buenos días o las buenas noches. La pobre señora Sophie Millstein, se veía demasiado asustada, tal cual si hubiera visto un fantasma, y empezó a tartamudear, cosas como que lo había visto de nuevo, que él estaba vivo, y que estaba de vuelta para acabar lo que no había acabado antes, decía que los iba a matar a todos, como lo había hecho con el señor Stein. Simon Winter le invito a calmarse y a pasar a su sala, ella se quedó ahí sin observar el arma y aquella nota de suicidio, se quedó sentada con la vista perdida, tal como si estuviese hipnotizada, entonces Simon le invito un poco de té helado, y ella lo acepto con gusto. Después de cinco minutos, el ex detective volvió con una taza de té, y lo dejo en la mesita de centro, de donde Sophie lo tomo rápidamente y tomo un buen sorbo, después miro al señor Winter. Simon le dijo que le contara porque venía tan asustada, que era lo que había pasado, quien era el señor del que ella hablaba, y ella empezó aquella charla que al parecer compensaría todo aquel tiempo en el que los vecinos no habían intercambiado palabras. Ella comenzó a relatar, que ella vivía en Berlín en el año de 1943, en aquella época en la que los judíos no eran bien vistos, y Hitler quería acabar como fuera con todas estas personas, Sophie era una de ellas. Ella decía que todos se la ingeniaban para sobrevivir, que tenían que actuar como todos los demás para que no se dieran cuenta de que ellos también eran judíos, no tenían que demostrar ni una seña de miedo, de inseguridad o cualquiera otra cosa que les hiciera parecer culpables o diferentes, porque con el solo hecho de hacerlo sabía que acabarían muertos.
Ella y su familia tenían que cambiar constantemente de morada, no podían estar en un mismo lugar más de una semana porque empezaban a sospechar. Aquellos quienes los detenían y los llevaba a su muerte, eran miembros de la GESTAPO, eran mismo judíos que los alemanes les daban su vida a cambio de que le ayudaran a capturar a personas como ellos, como era posible que un ser de las mismas creencias matara a alguien como él, era como si un perro matara a otro de su misma raza, pero ellos no se tentaban el corazón, al fin, así era como ellos obtenían la garantía de su vida y en aquel tiempo, todos buscaban la manera de conservar su vida. A veces había manera de librarse de ellos, con un soborno, dándole dinero, joyas, etc., pero a veces no resultaba y tenían que ingeniárselas. Pero había uno en especial, uno que parecía moverse como un fantasma, y nunca sabias cuando iba a aparecer, podrías estar un segundo vivo y al siguiente su cuchillo te había aniquilado, parecía moverse entre las sombras, y así lo hacía. Todos le temían, pues había quienes decían que era el que más judíos había matado, el que más sangre sobre sus manos había derramado, y al parecer no se tentaba el corazón cuando lo hacía, quien lo había visto, decía que era como hablar con un ser sin alma, sus ojos parecían dos cuchillas afiladas. Una noche que ellos se hospedaban en el sótano de una casa, su hermano salió a por un poco de comida, pues los víveres se habían acabado y al regresar se topó con el e intento sobornarle con un collar muy preciado de su mamá, pero solamente sirvió para que su ambición se hiciera más grande y los delatara, los llevaron a los campos y subieron a demasiados judíos en un solo camión cerrado, y muchos murieron ahí dentro, la gran mayoría, solamente unos cuantos lograron sobrevivir y después, la llevaron con los soldados, y prácticamente hacia un papel de prostituta, y tenía que obedecer, ir con quien ellos le dijeron, hacer lo que ellos le dijeran, y no podía quejarse porque posiblemente la matarían. Pero ella era demasiado fuerte y una noche logro escapar de todo ese infierno, después se fue a vivir ahí, a Miami, porque todo aquel calor de la costa, parecía compensar todo aquél frío que se sentía en aquellos tiempos. Le dijo que más personas, sobrevivientes del Holocausto vivían ahí, y había un centro para ellos, y un sobreviviente, que al parecer hacia poco se había suicidado, decía que había visto por la ciudad a Der Schattenmann, y ella decía que estaba de vuelta para acabar su trabajo, para matarlos a todos ellos y que no quedara nadie, decía que la próxima seria ella y que tenía muchísimo miedo. Pero él le dijo que la protegería, y cuando vio la pistola que el tenia, se sintió un poco más tranquila, y le pidió que fuera a su apartamento para que se asegurara de que no había nadie ahí adentro, a lo que él le dijo que si lo haría. Entro a su apartamento que estaba cruzando aquel patio en el cual en el centro tenía una fuente con un querubín en el centro, de la cual ya no brotaba ni una gota de agua. Entro en el apartamento de Sophie y ella decidió esperar afuera, aseguro todo los cuartos, desde la sala hasta la puerta trasera, que ya buena falta le hacía que la cambiaran, y justamente al siguiente día lo iban a hacer. Salió a la puerta de entrada y le dijo a Sophie que estaba todo tranquilo y seguro, que no había nada por lo que preocuparse. Entonces ella entro en su apartamento y pequeño gato al cual ella le llamaba Boots la recibió con gusto, y justo cuando ella se sentó en su sillón él se echó sobre sus piernas. Simon decidió que iría a comer algo por ahí, para pensar un poco en todo lo de aquella noche.
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