LOS JUGUETES OLVIDADOS

LOS JUGUETES OLVIDADOS

Benito era un niño que todo lo aburría. Se ponía a pintar con los lápices de mil colores que le habían regalado para su cumpleaños pero nunca terminaba el dibujo. ¡me aburro! Decía.

Armaba pistas para la colección de autitos, pero no llegaba a jugar con ellos. ¡esto es aburrido! Cuando se disponía a jugar con la play, nunca se decidía qué jueguito poner ¡me aburro! Repetía. Comenzaba a armar castillos con los bloques para sus soldaditos pero…. También lo aburría. Repetía ¡me aburro! Todo el tiempo. Además de aburrirse todo el tiempo, dejaba sus juguetes todos desordenados, por lo que su mamá continuamente le pedía que mantenga sus juguetes en orden.

El abuelo, cansado de escuchar que siempre se aburría, le dijo un día: “si mantienes ordenados tus juguetes, yo te voy a dar uno con el que no te vas a aburrir” Ante esta promesa, Benito ordenó todos sus juguetes y los mantuvo así por una semana, hasta que el abuelo le dijo que lo acompañara a su habitación.

Allí tenía un baúl muy antiguo, comenzó a abrirlo despacio y sacó una bolsa de tela… “cuando yo era chico, no existían todos los juguetes que vos tenés, jugábamos a la bolita, a la payana, y a esto…” sacó una pelotita de madera atada con una soguita a un cono también de madera. ¿Qué es esto abuelo? Preguntó Benito extrañado. -“esto se llama Balero, hacíamos competencias para ver quién ganaba, nos pasábamos toda la tarde jugando”. El abuelo le enseñó a Benito cómo se jugaba, pero tenía uno solo, por lo que le enseñó a hacer uno para él y así podrían jugar campeonatos.

 Al otro día, Benito llevó el balero a la escuela para mostrárselo a sus compañeros y les enseñó cómo hacerlo. Ahora Benito juega en los recreos al balero con sus compañeros… ahhhh y Benito mantuvo todos sus juguetes ordenados siempre!.

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