La Argumentación
Enviado por • 28 de Marzo de 2014 • 1.080 Palabras (5 Páginas) • 420 Visitas
Colegio Leonardo Murialdo de Valparaíso Profesora Andrea Escobedo López
Departamento de Lenguaje / Lengua Castellana y Comunicación
Guía de Aprendizaje Terceros Medios
Unidad I: La argumentación
Subunidad II: El discurso argumentativo
1. La argumentación
Argumentar consiste en dar razones para defender o atacar una opinión o idea (tesis), con el fin de convencer o persuadir a alguien sobre algo; la argumentación, por tanto, es una práctica discursiva orientada hacia el receptor (función conativa o apelativa) con el propósito de lograr su adhesión.
Las personas tienen distintos puntos de vista acerca de las cosas y, en ocasiones, es necesario darlos a conocer y defenderlos. Permanentemente estamos rodeados de discursos argumentativos: el abogado que defiende su cliente, el candidato que pretende ser electo, el vendedor que desea que se compre un determinado producto, etc. Básicamente, la argumentación está presente en todos los temas que se prestan a controversia, e implican tomar cualquiera de estas dos opciones: a favor (confirmación o aprobación) o en contra (refutación).
2. Características principales de la argumentación
a) Objeto: un tema controversial que admita distintos puntos de vista o enfoques. Un problema con más de un forma de darle solución.
b) Emisor: quien manifiesta una posición determinada frente al objeto.
c) Carácter dialógico: se produce una confrontación entre el emisor actual (proponente) y un receptor (oponente) concreto o no, presente o representado textualmente, lo que genera polémica.
d) Finalidad: promover la adhesión, mediante estrategias de convencimiento o persuasión.
3. Estructura global de los textos argumentativos
Observa los elementos del texto argumentativo:
TÍTULO MODERNIDAD Y ANACRONISMOS
Presentación de la tesis En otros tiempos, las infecciones eran mortales. Se salvaban los que eran capaces de generar sus propias defensas y de exterminar las bacterias en una guerra sin cuartel. Hoy los antibióticos contradicen las leyes de Darwin: todos podemos sobrevivir. Hoy ya no ganan sólo los más fuertes.
Argumentación o cuerpo argumentativo
(defensa de la tesis) ¿Qué pensaría usted si su marido se niega a tomar antibióticos después de un diagnóstico de tifus?
"¡Estás loco, eso es un suicidio"!- le diría.
"No, yo tengo que podérmelas solo".
¿Loco? Sí, o casi. Por lo menos anticuado.
Esta escena, que parece una caricatura, la vivimos a diario los profesionales de la salud mental cuando un paciente nos dice: "No, yo no tomaría jamás medicamentos. Soy partidario/a de no usar bastones para caminar mientras pueda. Creo que debo salir adelante con mis propios recursos".
¡Como si los desequilibrios del alma fueran abstractos e independientes del cuerpo, como si las emociones no tuvieran correlatos biológicos, como si el cuerpo y el alma tuvieran un origen distinto, como en el Medioevo. Nos hacen sentir como narcotraficantes o personas leves, que no creyéramos en el valor de la disciplina y el rigor para efectuar los cambios. O como brujos, vendiendo pócimas en pleno siglo veintiuno.
Todo lo bueno de este mundo se transforma en algo malo si se abusa de ello. Así es con la comida, el descanso, el sexo, el alcohol, la autoridad o el descontrol. De los medicamentos, como de todo, se puede abusar y tienen razón los pacientes al querer informarse cabalmente de porqué se les indica tal o cuál. Pero no hablamos de eso, hablamos de una
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