La AvalanchA

El petit Haití

Irena , una haitiana, que vestía como una china, Carina que desde su balcón era testigo de todo lo que pasaba en el pequeño Haití, y desde allí presentía que cuando aparecieron los haitianos con ellos vino una avalancha de gusanos que estaban en todos lados, así como también una vez el barrio de lleno de cangrejos, causa de unas de las oleadas del mar, Irene se paseaba por todo barrio y así mismo todos los que la alcanzaban a mirar, se quedaban sorprendidos por tal joven, tan elegante y de buen cuerpo , llego a una joyería, donde el joyero le estableció una conversación, hablando un poco de francés, cuando irena salió de la joyería, el joyero sintió temor de acompañarla a la acera, solo pensaba en si alguien lo veía hablando con una haitiana, todos hablarían de él y hubiera sido la perdición para su matrimonio, Carina se sentía avergonzada por la relación que tenía su hermano con Irena, decía que como su hermano pudo meterse con una haitiana, decían que podía ser algún bebedizo disfrazado , el barrio cambio ya no era igual que antes, con los haitianos vino muchos robos, atracos, delincuencias, que se hacían llamas La mano negra.

La Esquina de m’a Guiselle

El capitán y los habitantes del barrio, pensaban que el mercado era el culpable de que se creara el petit haiti, propusieron cerrarlo o mudarlo a otro lugar lejos de ahí, pero dijeron que no, que el mercado era quien le daba vida a ese lugar. El ingeniero fue a buscar a su hermana para perdirle disculpa y decirle que ninguno de los dos debía de meterse en lo que el otro hiciera, pero que la construcción de la torre era negocio de toda la familia, donde habían primos, sobrinos y hermanos trabajando ahí, en minutos apareció el barbero con la leyenda negra, diciendo que aparecieron nuevas victimas , que estaban persiguiendo a un haitiano que decapitó a su patrón para robarle la cartera, y que mas de 10 se metieron a un comercio y liquidaron al encargado, a ellos no se les salvaba nadie, todos miraban al capitán como si el hubiera sido el cumplable de todos esos hechos pero el se defendió. Todos iban a la esquina de m’a guiselle porque era una haitiana que tenia mas de 30 años ahí y que desde que llego de haiti, puso un negocio donde vendia tisanas, café, té y eso se llenaba todas la mañanas.

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