La Belleza De La Estetica
Enviado por sorayaduque • 22 de Agosto de 2014 • 3.127 Palabras (13 Páginas) • 338 Visitas
“EN BUSCA DE LA ESCENCIA”.
El siguiente ensayo demuestra la siguiente premisa: “La obra de arte vive y actúa, colabora en la creación de la atmósfera espiritual”.Toda creación de arte es gestada por su tiempo y muchas veces, gesta nuestras propias sensaciones.
De esta manera, toda etapa de la cultura produce un arte específico que no puede ser repetido. Pretender resucitar premisas artísticas del pasado puede dar como resultado, en el mejor de los casos, obras de arte que son como un niño muerto antes de ver la luz. Por ejemplo, sentir y vivir interiormente como los antiguos griegos es irrealizable. Los intentos por reactualizar los principios griegos de la escultura, únicamente producirán formas semejantes a las griegas, pero estas obras estarán muertas desde el inicio. Una reproducción de esa naturaleza es igual a las imitaciones de un mono. Los movimientos del mono son, a simple vista, iguales a los del hombre. El mono puede sentarse sosteniendo un libro frente a sus ojos, dar vuelta las páginas, ponerse serio, pero no comprende el sentido de estos movimientos.
Hay otro tipo de igualdad exterior de las formas artísticas, que tiene su fundamento en una gran necesidad: la igualdad de la aspiración espiritual de todo un medio moral-espiritual, la orientación hacia fines que, aunque fueron perseguidos un tiempo, fueron más tarde olvidados. Es decir, el mismo sentir interior de toda una época puede llevar, lógicamente, a la utilización de formas que sirvieron positivamente a idénticos fines en un período anterior. De esta manera se explica parte de nuestra simpatía, nuestra comprensión y nuestros lazos espirituales con los artistas primitivos. Ellos eran artistas puros como nosotros que sólo deseaban representar en sus obras lo esencial: renunciaron a lo ocasional espontáneamente.
Este lazo espiritual por idénticas aspiraciones es sólo un aspecto del problema. Después de una prolongada etapa materialista, nuestro espíritu aún está despertando, y, desprovisto de fe, sin horizonte preciso y sin sentido, anida en sí semillas de desesperación. Aún no ha terminado completamente el mal sueño de las tendencias materialistas que convirtieron e un juego doloroso y absurdo la vida en el mundo. El espíritu que está despertando se halla todavía bajo la impresión de esa pesadilla. Una luz tenue surge, como un punto pequeñísimo en una inmensa esfera negra. Es un presentimiento que el espíritu teme mirar, ya que no sabe si esa luz es sólo un sueño y la esfera negra la realidad. Esta incerteza y las pesadumbres aún vivas de la filosofía materialista distancian nuestro espíritu del de los artistas primitivos. Nuestro espíritu posee una hendidura, que al ser tocada arroja el sonido de una fina vasija quebrada que ha sido encontrada en el fondo de la tierra. Por esta razón, la afición que tenemos hoy hacia el arte primitivo, afición prestada, tendrá un porvenir corto.
“Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces es madre de nuestros sentimientos”. (p. 21).A partir de éste postulado, Wassily Kandinsky traza el derrotero que seguirá en su disertación de lo espiritual en el arte, haciendo énfasis en la pintura.
El autor ruso planteó una nueva concepción acerca de la relación entre el artista y el espectador, la cual estaba permeada por factores que al ir más allá de lo puramente material, se convierten en lazos de unión entre la vivencia interior del artista y el alma del espectador.
¿Pero a partir de qué se crea éste lazo? Bueno, la obra nacida de un artista con una sensibilidad especial brindará al espectador una gama de emociones a las que no podrá sustraerse, de la misma forma en que el lienzo no puede evitar la mano del pintor, ni la caricia de los colores. Y por igual motivo que impide que una puesta de sol arranque una mirada que expresa un sentimiento personal, teniendo en cuenta que a los ojos del espectador tanta perfección y belleza hace pensar en alguien con la suficiente maestría y sensibilidad para realizar una mezcla mágica de colores y tonalidades.
Esta vista seguramente impresiona a la mayoría de los seres humanos que la tienen y la prueba está en que es una respuesta frecuente a la pregunta sobre el mejor momento del día.
Pues bien. Esta obra de arte es alumbrada por el artista según Kandinsky y, de la misma forma en que lo hace un ser vivo, se convierte en un ser independiente con las características, eso sí, de su “padre”, porque es de su alma donde brota pero necesita materializarse para propiciar un encuentro estético con el alma de alguien. Entonces este “nuevo ser”, la obra, propicia un ambiente espiritual por sí mismo, lo cual deja patente la idea de que el artista no es dueño de ella. Únicamente cumple con la responsabilidad de construir un elemento a partir de su vivencia interior, que afecte de manera positiva a quienes le rodean y ponen su atención sobre ella; por ello debe tomar lo mejor de sí mismo, sus más elevados sentimientos para materializarlos en una obra que, a su vez, se convertirá en referente espiritual para un espectador. Y son tales sentimientos del artista, tal vivencia espiritual, lo que le permite crear, más allá de teorías pues es suficiente con oír su voz interior para conocer el derrotero a seguir.
Y continuando con nuestro recorrido, podemos tocar a la puerta de nuestro mundo literario en busca de una analogía y efectivamente, la encontraremos porque la estética, como ciencia del arte, engloba todas sus formas y convierte todas las obras de arte en una vía que el ser humano puede transitar en busca de la trascendencia, del ascenso en el triángulo espiritual de Kandinsky.
Segundo momento: Conceptualizacion
1. Elabore una reflexión acerca del concepto del gusto, elemento estudiado por la estética.
El gusto se concibe como una capacidad de discernir las tres cualidades que originan los llamados placeres de la imaginación: grandeza (sublimidad), singularidad (novedad) y belleza.
Es una forma de percibir el mundo y al ser humano, a partir de la experiencia, de la búsqueda de una manera de descifrar los sentimientos que produce el encuentro entre el individuo y el objeto de arte; es una reflexión que produce diversos sentimientos, emociones ya que involucra lo que puede percibirse por medio de los sentidos e interiorizarse en un sentimiento que va más allá de lo externo, lo meramente material, para penetrar al espíritu del ser humano.
2. ¿Cree usted que es posible dar una definición de la belleza?
Si. Autores como Baudelaire afirman “lo bello es siempre raro” haciendo referencia no a lo bello como lo proclamado universalmente sino a lo que responde a su ideal estético.
Aristóteles
...