Belleza Y Estetica Platonica

BELLEZA Y ESTETICA PLATONICA

La noción de belleza está adherida a nuestras sociedades desde los inicios de la historia del hombre hasta en la actualidad y lo seguirá siendo hasta como mínimo poder resolver una aporía relacionado a esta en el campo filosófico. Esta aporía dio a construir una gran polémica desde muchísimo tiempo atrás y sin embargo hoy en día, también lo es. Resolver preguntas tan simple o sencilla en el modo de formular preguntas como: ¿Qué es la belleza? No tienen una respuesta tan simple como la pregunta, tan solo basta con leer algunos conceptos que tenían grandes pensadores; según Kant lo bello no hace referencia a un fin determinado, sino es un fin netamente formal, una conformidad afín sin fin, independiente de la representación de lo bueno, añadiendo además, que el juicio estético no aporta conocimiento del objeto, y eso ocurre mediante el juicio lógico, del entendimiento según analizado en la Crítica de la razón pura, obra publicada por Immanuel Kant en 1781; o también veamos lo que pensó Dante Alighieri en su obra La divina Comedia a la belleza entendida como un correcto ordenamiento de las partes y agregando un elemento metafísico: el amor. Pero para Dante el amor es la fuente de la belleza, igual en la naturaleza que en el arte; pero eso no significa que la noción de belleza este solamente restringida para los filósofos, es más personas como nosotros (escritores) y ustedes (lectores) también podemos tener nuestra propia noción de belleza, ya que es subjetiva, una noción de belleza muy mencionada por muchos hombres es: “Para mí lo bello es una chica cuyas medidas sean 60-90-60”.

La gran parte de las diferencias entre una y otra noción que tienen las personas aparte de que sean o no contemporáneos, es que es influenciada especialmente por la cultura actual la que le rodea, aunque también es necesario mencionar que la noción de belleza de una persona de 40 a 60 años es distinta a la una de tan solo 5 a 10 años, si es que la tiene.

Todos estos conceptos como mencionamos son muy complejos; sin embargo nos enfocaremos mayormente en el pensamiento de Platón en su libro ION para el desarrollo de este ensayo.

En el dialogo del ION de Platón que trata sobre una conversación entre ION, un rapsoda, y Sócrates; nos indica algunas facetas de la noción de la belleza de Platón que se le estaremos haciendo conocer poco a poco en el desarrollo del ensayo.

Platón dice: «Un objeto sería bello si, por un lado, se manifestara en él algún tipo de belleza de la inteligencia y, por otro, si el uso al que ha de servir fuera perfecta y claramente expresado en su seña, y los materiales con los que estuviera hecho fueran adecuados para su uso.

Pero para llegar a entender la noción de Platón en un sentido más amplio, recurriremos a su maestro Sócrates quien entabla una conversación entrecortada mostrando los puntos más importantes que compartía con el sofista Hipias de Élide en su obra “Hipias Mayor”

En este dialogo Hipias mayor, Sócrates e Hipias de Élide buscan precisar que es lo bello pero aunque no lo logran definirla nos muestran un marco de lo que se pensaba de lo bello en la época.

Al comienzo Sócrates le pregunta a Hipias que es la belleza, Hipias responde que es una hermosa joven, Sócrates le responde que un lira, un caballo e incluso una olla pueden ser considerados bellos, aunque la belleza de la más bellas de las ollas no es comparable con la de una hermosa joven, tampoco lo es el de un hermosa joven con la belleza de una diosa; pero la pregunta es definir lo que las hace bellas.

Sócrates ofrece en primer lugar una definición: La belleza es simplemente lo que es apropiado. Dicha respuesta da lugar a decir si la convivencia hace a las cosas bellas o las aparenta como bellas. Ejemplificándolo diríamos que un hombre ridículo, vestido con ropa bella, aparecerá más hermoso. Pero interiormente seguirá siendo ridículo así damos lugar a que lo apropiado y lo bello no es lo mismo. Además claro está la belleza estaría disfrazando la realidad y el objetivismo.

Surge entonces la idea que la convivencia proporciona al mismo tiempo la realidad y el aspecto de la belleza. Pero entonces, nada podría ser menos seguro; si todo fuera así de simple, los ciudadanos y los políticos no tendrían que discutir más para decidir qué acción sería la más bella.

Una segunda respuesta ofrecida por Hipias a Sócrates fue que la belleza es el oro... Pues como él pensaba que todo lo que sería adornado con oro debería ser bello. Entonces Sócrates le replico que otros metales también tienen la característica de hacer bellos a las cosas y que no siempre el oro podría volver bello algún objeto, también dio el ejemplo de la estatua de Atenea en el Partenón hecha con marfil y piedras preciosas.

Luego Sócrates propone una solución ¿Si lo que es bello es útil? al comparar las cucharas si la de madera o la de oro es más útil para revolver.

Pero he aquí que salen a la superficie varios problemas: es mediante el poder que los hombres hacen cosas útiles. Sin embargo, como también es bien sabido, el poder puede servir tanto para el mal como para el bien. Y como no es deseable calificar las acciones bellas como malas, no se puede aceptar que lo bello es lo útil. Lo que nuevamente nos replantea una nueva idea de lo bello, la belleza es solamente la utilidad en tanto es eficaz para la realización de los fines buenos, o a aquellos que son "favorables" o “provechosos”.

Identificar lo bello y lo favorable conduce a una paradoja: dado que lo bello sería la causa del bien y se está tratando decir que “lo bello es el bien” o “aquello útil al bien” se estaría identificando la causa con su efecto y concluyendo que la causa es origen de sí misma. Nuevamente diremos que “tampoco lo bello es lo bueno, ni lo bueno es lo bello”; una aserción que, sin embargo, no los satisface.

Finalmente Sócrates trae una definición final las demás: "¿si dijésemos que lo bello es lo que nos hace sentir felices?; no me refiero a todos los placeres, sino al que nos da felicidad mediante la audición y la vista."

Sócrates mismo contiene un defecto fundamental; que ignora la belleza de los placeres más nobles, referida a las ocupaciones de los estudiosos o al estudio de las leyes.

Por otro lado, parece llamativo que sólo los sentidos de la vista y el oído sean considerados. ¿Es ésta un modo someterla al sentido común, en la que el tacto, el gusto y el olfato son de alguna manera más vergonzosos y bajos que los otros sentidos?

Finalmente, se dice que no porque el placer venga de ver o de oír algo sea bello.

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