Postura crítica, estetica, arte y belleza de Kant

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POSTURA CRÍTICA, ESTETICA, ARTE Y BELLEZA  DE KANT

Elaborado por:

González Sánchez, Carlos Miguel

V-28.061.203

P. N.G. Artes Plásticas

Mención Fotografía Lapso III

En este ensayo haremos referencia a Immanuel Kant, ya que se trata de uno de los grandes pensadores del Siglo XVIII, y es necesario entender su posición y las aplicaciones para el arte y la estética. Para Kant el arte está íntimamente relacionado a la estética, esto se deriva de su Crítica del gusto. El arte para él causa conmoción al individuo, genera una reacción. El arte es lo bello, y cómo el hombre contempla lo bello, es la manera de medir la estética y por lo tanto lo que transmite el arte.

 Para este filósofo el arte puede ser incluso superior a la naturaleza ya que puede transmitir a través de lo feo la belleza. De manera que el arte es aquello que posee como esencia la cualidad de ser inexplicable en la naturaleza sublime. Lo bello, para Kant, puede ser comprendido y asumido por el individuo a través de la razón y lleva implícita una sensación de placer.

Según Kant, debe ser la razón lo que justifique el que algo bello lo sea para todos y no dependa de criterios personales. Consideraba que la creación artística había de proporcionar comodidad,  deseaba crear un arte que sirviese a todos y en el que todos nos sintiéramos cómodos. Kant creía que en el arte solo se nos pide que nuestras capacidades estén relajadas, aunque activas, y que nos dejemos llevar por la contemplación y en ella, solo interesa la forma. Si aceptamos la perfección de la forma y esta nos produce placer, podemos afirmar que nos encontramos ante un objeto bello.

Según la estética kantiana, pueden legitimarse como bellas aquellas figuras que cumplan como requisitos de los juicios estéticos de la cualidad, la cantidad, la relación y la modalidad. Sin embargo, en materia de estética Kant se aferra por excelencia a dos conceptos básicos de donde desprende todo el desarrollo de su criterio. Uno es el de lo bello, entendido como aquello que corresponde a la naturaleza, al mundo en su estado natural, pero que puede ser también reproducido por el ser humano y, el otro es de lo sublime, es decir, aquello que es absolutamente grande, absolutamente dinámico, y aquello que excede en toda medida la capacidad de contener sensaciones a partir del encuentro con un objeto o ser.

El arte es en definitiva una expresión del propio artista y de su libertad creadora. Esta idea en la actualidad ha sido sustituida por otros conceptos estéticos más valiosos para nuestra época, pero fue fundamental porque a partir de ella es que se desarrollan las bases de los pensadores que, posteriormente, aportarían ideas valiosas en el campo del análisis estético. El arte no está hecho para ser pensado ni el artista para pensar la obra, sino que el arte es un fenómeno ultra sensitivo que busca afianzar la sensibilidad y busca un camino a la contemplación de lo sublime, la cual solo podemos racionalizar justificando nuestra necesidad humana de satisfacer ese deseo misterioso de estar en comunión con la naturaleza. Según la estética kantiana, pueden legitimarse como bellas aquellas figuras que cumplan como requisitos de los juicios estéticos de la cualidad, la cantidad, la relación y la modalidad.

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