La Casa De Bernarda Alba
Enviado por licmarimar • 23 de Junio de 2015 • 857 Palabras (4 Páginas) • 216 Visitas
Universidad Privada
Del Estado México
Licenciatura: Flexible Critica Teatral
Profesora: Lic. Guadalupe
Castillo Pérez “La Casa de Bernarda Alba”
Alumna: Arce Rentería Maribel
Materia Expresión Oral y Escrita
Primer Cuatrimestre Grupo “A”
“ LA CASA DE BERNARDA ALBA “
La casa de Bernarda Alba, como bien indica el título de la obra, es un “drama de mujeres en los pueblos de España”. Es decir, es la tragedia que le toca sufrir a cualquier mujer de las que vivían en cualquier pueblo de la geografía española en los momentos previos a la guerra civil, el protagonismo corre a cargo de un grupo de mujeres a cuyo frente se encuentra la dueña de la casa, tras la muerte del marido, la cual ejerce su férrea tiranía sobre las demás mujeres que viven o trabajan en su casa, en la casa de Bernarda, la mujer antes mencionada es una persona autoritaria, dominante, violenta, intransigente, clasista e hipócrita. Porque ella representa la represión, la autoridad y el poder, así como los hábitos representativos de la sociedad española más tradicional. De ahí que se la presente como “mandona”, “dominante”, y “tirana de todos los que la rodean”, además de ir siempre acompaña de su bastón, símbolo inequívoco de mando. De hecho, ella parece haber anulado a su marido, quien quizá sólo le haya servido para darle cuatro hijas. Tanto es así, que ella es la que siempre toma las decisiones.
Su condición dominante es la que ha hecho que sólo haya dado a luz mujeres, sobre las que ella ejerce su dominio de madre orgullosa y autoritaria, papel éste que, en la teoría y en la práctica, solía corresponder más a la figura paterna que a la materna. Su idea de la maternidad queda reflejada en la afirmación de que “Una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en una enemiga”. Permanentemente, reafirma su autoridad y sus amenazas a las hijas:
“Pero todavía no soy anciana y tengo cinco cadenas para vosotras y esta casa levantada por mi padre para que ni las hierbas se enteren de mi desolación”. “No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo. ¡Hasta que salga de esta casa con los pies adelante mandaré en lo mío y en lo vuestro”. Además de sentirse orgullosa como mujer autoritaria, Bernarda se siente orgullosa de pertenecer a una burguesía campesina relativamente acomodada y piensa que nadie de ese pueblo es merecedor de tener relaciones con sus hijas: “No hay a cien leguas a la redonda quien se pueda acercar a ellas. Los hombres de aquí no son de su clase”. Pero, como le advierte Poncia, ella y sus hijas son ricas allí, pero en otro lugar ya no lo serían. Sus vecinos la temen, no sólo por su carácter agresivo, sino también porque conoce las historias y habladurías de cada una de las familias del lugar.
Las hijas, todas viven marcadas por una lucha interior
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