La Educacion Fisica
Enviado por reny23 • 19 de Septiembre de 2013 • 2.250 Palabras (9 Páginas) • 371 Visitas
Introducción
La fuerza muscular se manifiesta, en mayor o menor medida, en cualquier contracción muscular. Tradicionalmente se ha considerado la fuerza como un elemento básico y determinante del rendimiento físico y humano; y como tal, todos los científicos coinciden en la necesidad de medirla, ya sea por su valoración aislada, o como un dato más para conocer el estado de forma general del individuo.
Larson y Yocon (citados por Litwin y Fernández, 1984) precisan la fuerza, con las siguientes definiciones:
• Fuerza muscular: "Es la capacidad del músculo de aplicar tensión contra una resistencia".
• Potencia muscular: "Es la realización de fuerza con una exigencia asociada de tiempo mínimo".
• Resistencia muscular: "Es la capacidad de continuar un esfuerzo sin límite de tiempo".
• Capacidad muscular: "Es la suma de fuerza, potencia y resistencia muscular".
Según Padró y Rivera (1996), en el concepto de fuerza habría que diferenciar el término fortaleza muscular como la fuerza máxima que un músculo o grupo de músculos pueden generar a una velocidad específica. La fortaleza muscular es un elemento de la aptitud física que está relacionado con la salud y que depende del tejido óseo, muscular, ligamentos y la capacidad de coordinar la actuación de distintos músculos. En este sentido, fortaleza muscular es lo que una persona demuestra cuando sus músculos pueden generar una determinada fuerza.
Para Paish (1992) en las edades de preadolescencia, la práctica de ejercicios de sobrecarga intensos, con el objetivo de desarrollar o provocar un aumento elevado de la fuerza está desaconsejado, ya que durante este periodo de desarrollo, aumenta sobre todo, el tamaño de los huesos grandes, correspondientes, en gran medida, a las extremidades. Un excesivo entrenamiento de fuerza afecta directamente a las diferentes partes del músculo, tanto ligamentos como tendones, provocando situaciones de estiramiento y esfuerzo excesivo, que posteriormente repercutirá, una vez que se halla detenido el crecimiento, en la eficacia del músculo.
Grosser y Müller (1992) en su análisis por edades, sobre las fases del desarrollo muscular, agrupan dos períodos diferenciados en el desarrollo de la fuerza, uno comprendido entre las edades de 12 y 16 años, como una fase de adaptación muscular de estabilización; y otro periodo de entre 15 y 19 años, como una fase de adaptación muscular más avanzada, que ellos llaman "fase de forzar ". En esta fase los objetivos de entrenamiento se pueden ampliar al desarrollo de las diferentes fuerzas, ya que las condiciones de adaptación son idóneas, siendo la fase sensible para el trabajo el control de la fuerza explosiva, fuerza resistencia y fuerza máxima.
Teniendo esto en cuenta, entre los 12 - 13 años (inicios de la adolescencia), se debe cuidar, de forma especial, la selección de las pruebas de fuerza, debido no sólo a su desaconsejada utilización, sino a su influencia negativa en las prácticas extraescolares diarias del sujeto, que probablemente realizará con el fin de mejorar su resultado en la próxima valoración.
Grosser y Müller (1992) comprueban los diferentes estudios fundamentados en que los niños de edades hasta 12 - 13 años, que seguían programas de entrenamiento intenso de fuerzas; el 62% aproximadamente, presentaban dolencias a nivel del aparato locomotor (huesos, tendones, ligamentos y cartílagos), además de desequilibrios y debilidades musculares en zonas de pies, espalda, hombros y abdomen. En este sentido, para estas edades, no se deben utilizar pruebas de alta intensidad y sobre todo, deberíamos evitar aquellas que necesiten una sobrecarga.
Gutiérrez Sainz (1992) considera que el momento óptimo para comenzar el entrenamiento de fuerza ocurre probablemente al alcanzarse el nivel suficiente de testosterona circulante. En realidad, antes de los 10 años, el aumento de la fuerza tras un entrenamiento específico es escaso debido a la ínfima capacidad de aumento del diámetro de las fibras musculares, aunque si mejorará notablemente la coordinación neuromuscular. Este aspecto influirá de forma decisiva para crear una base óptima necesaria para el entrenamiento de fuerza en la pubertad.
También es relevante comprender que la importancia de conocer la fuerza de un sujeto, tras la realización de un determinado test, tiene su principal justificación en conocer la fuerza útil, como cualidad o capacidad de aplicar esta en el cuerpo, y que permita el triunfo del sujeto, logrando mejores y más rápidos cambios de dirección, de velocidad, golpeados, empujes, etc. Para Paish (1992) el lanzador de jabalina, entrena un 10% con la jabalina y el 90% restante, cualidades como fuerza, velocidad, movilidad. Sin embargo, en el jugador de béisbol, la distribución técnico-físico de su entrenamiento es al revés.
Monod y Flandrois (1986) dan prioridad a una doble vertiente en el estudio de la fuerza. Por un lado la fuerza isométrica máxima, difícil de medir, y en la cual hay que tomar todo tipo de precauciones ya que está muy supeditada a la motivación del sujeto que va a realizar la prueba; y por otro lado las pruebas de trabajo dinámico, donde el ejecutante realiza movimientos consecutivos con cargas y la amplitud y frecuencia de los movimientos son constantes, estando determinada la duración de la prueba, a un tiempo límite, contabilizando un número de repeticiones, carga superada etc.
De entre las múltiples clasificaciones realizadas sobre la fuerza, vamos a elegir la más extendida en la bibliografía consultada. Grosser y Müller (1989) definen los términos de esta clasificación como sigue:
• Fuerza resistencia: "Es la capacidad de resistencia frente al cansancio en cargas prolongadas y repetidas". En este sentido, su aumento está supeditado a un incremento de los procesos metabólicos aeróbico y anaeróbico.
• Fuerza máxima: "Es la máxima fuerza muscular posible que se puede realizar voluntariamente mediante un trabajo isométrico, o concéntrico, en contra de una resistencia". Intervienen, sobre todo, para su desarrollo, los mecanismos musculares de hipertrofia y coordinación intramuscular, a través esta última, del aumento, en la implicación durante el esfuerzo, de un mayor número de unidades motoras.
• Fuerza explosiva: "Es la fuerza que actúa en el menor tiempo posible, es decir, que se opone al máximo impulso de fuerza posible a resistencias en un tiempo determinado". Es de mayor complejidad en cuanto a la intervención o participación de más mecanismos musculares que favorezcan su desarrollo, tales como la hipertrofia, la coordinación intramuscular, el abastecimiento
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