La Historia de aquel correcto campeador que nunca dejo de luchar. La obra “El mío Cid”

La Historia de aquel correcto campeador que nunca dejo de luchar

La obra “El mío Cid”, escrita aproximadamente en 1140, pertenece al género épico narrativo y al subgénero cantar de gesta, por lo cual está escrita en verso. Su autor es anónimo, aunque hay teorías, que llevan a creer que pudieron haber sido, El juglar Medinaceli o Per Abbat. La obra tiene una gran trascendencia, porque relata hechos relevantes de la época medieval y, además, ayudo a consolidar a la lengua y nacionalidad de España, utilizando una simbología que despierta el interés de los lectores hacia el argumento. Fue escrita en la edad media, presentando las características de las obras de esta época, como su autor anónimo, su vitalidad y la narración de hazañas heroicas. La obra será analizada al responder a la pregunta ¿Cuáles son los valores evidenciados en el personaje protagónico de la obra "El poema del Mío Cid"?

La obra el Mío Cid narra la historia de un valeroso campeador, quien es expulsado de su tierra por el que entonces era rey, Alfonso, debido a ciertos rumores, conquista muchos pueblos moros, sirve a algunos reyes, y es traicionado, siempre manteniendo su lealtad hacia a aquel que le quito sus derechos. Es por eso que se puede evidenciar como uno de los valores principales en la obra, el perdón, que es la accion de disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta. En este caso hacia el rey, quien sin tener pruebas concretas sobre lo que se decía había hecho el Cid decide desterrarlo, privándolo de estar con su familia y tierras, aunque este nunca guardo rencor, llegando a otorgarle la autoridad para casar a sus preciadas hijas con quien este quisiera. El autor nos lo demuestra a través de la siguiente cita textual: “Yo fui desterrado, me despojaron de mis honras... Agradezco a Dios el contar de nuevo con el favor del Rey, y el que ahora me pida mis hijas para los infantes de Carrión.” (Anónimo, 1992, pg. 80).

Por el otro lado, el Cid nunca perdono los Infantes de Carrión, mencionados anteriormente como de los cuales se venga sin apiada miento por haber abandonado a sus hijas, ultrajadas y casi muertas, ya que estos solo deseaban contar con algunas de las riquezas del campeador. El personaje los deja terriblemente heridos en el campo de batalla y regocijante se retira con su ejército para volver a Valencia (Uno de los pueblos que había conquistado). El autor nos lo muestra a través de la siguiente frase. “Ellos, como prudentes, se ponen a caminar día y noche…Maltrechos dejaron a los de Carrión, y ellos han cumplido con su compromiso. ¡Cuánto se alegra de esto el buen Cid ¡Muy envilecidos quedan los de Carrión.” (Anónimo, 1992, pg.117)

El perdón del personaje principal es importante y se puede relacionar con la sociedad actual, ya que muy pocas veces nosotros perdonamos a las personas de nuestro entorno cuando estas cometen un error, y la mayoría de veces recurrimos a la venganza, comportamiento que se puede justificar en el campeador ya que en la antigüedad se acostumbraba a solucionar todos los conflictos

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