La Intermediaria en la obra Yo también hablo de la rosa..

        La Intermediaria en la obra Yo también hablo de la rosa, a pesar de que sus palabras son incoherentes con el resto de la obra, introduce el tema a tratar en este trabajo, pues al ser considerada como un ser omnipresente, bien se podría hablar de su corazón como si la encargada de verlo todo se tratase de lo que hace que todo se mueva, y por lo tanto, su corazón, aquél que hace que todo funcione, es “una compleja flor (…) entregado al trabajo de regular extensiones inmensas de canales crepusculares, (…) todos pulsando disciplinados, las compuertas alertas para seguir el ritmos que les marca la enmarañada radiación de la potente flor central” (Carballido, 145), es decir, que aunque no nos demos cuenta todos forman parte de ese mismo tallo, a pesar de no haber una relación y explicación entre todos los personajes y acciones de la obra. Este ejemplo del corazón como centro de todo debido a la omnipresencia, también puede convertirse en sinónimo de lo que ocurre en los periódicos, es decir, una noticia llega y todos aquellos a su alrededor, tengan o no relación con los implicados en la noticia, forman su idea de lo que está ocurriendo independientemente de conocer o no todas las circunstancias que rodean el hecho. Esto representa los pétalos de una rosa, que crecen independientemente, sin preocuparse el uno del otro, naciendo todos de un tallo central, la noticia.

        Teniendo esta idea de la noticia como centro de todo, como si el tallo de la rosa se tratase, y todas las diferentes opiniones, ya sean directas o indirectas, los diferentes pétalos que salen en diferentes direcciones, cada uno independiente del otro, pero formando un todo, es mucho más sencillo y lógico entender esta obra y, por lo tanto, su propósito. A lo largo de este ensayo, se analizarán la obra Yo también hablo de la rosa, de Emilio Carballido y el artículo El progreso descarrilado en Yo también hablo de la rosa de Emilio Carballido, escrito por Regan Postma, en relación a los diferentes puntos de vista para comprender su complejidad y multiplicidad mediante el uso los elementos textuales y teatrales.

Hay que tener en cuenta, para empezar a analizar la obra, las palabras del profesor pues, aunque de una opinión en forma de diferentes puntos de vista de analizar la noticia, Marxista y Freudiana, que a simple vista sea exagerada, es el que al principio de su discurso da la una de las claves para comprender la obra en su totalidad, pues realiza un análisis explicativo sobre lo que ocurre en la sociedad en la que la obra se escribió, así como explica el título de la misma: “Un Yo complejo compuesto de muchas capas que se envuelven unas a otras, como… como las hojas de… una rosa. (…). La más neutra de las conversaciones manifiesta una carga de contenido oculto que, interpretado correctamente, nos conduce al diagnóstico en cuanto a aberraciones de la conducta” (Carballido1 167). El profesor da las claves al lector para interpretar esta obra, indicando que todo el mundo va a sacar diferentes conclusiones de lo ocurrido, por mucho que se intente ser neutro, pues una simple palabra en la conversación puede cambiar todo el tono de la misma, lo que lleva a la complejidad de que una parte se convierta en el todo, que de una noticia salga la multiplicidad de voces.

        Teniendo en cuenta las palabras del profesor, y analizando por lo tanto la multiplicidad de voces, los pétalos, el primero que vemos que ya de por sí empieza a crear una imagen a cara de los demás de la noticia que ocurre es la prensa. La prensa habla de “Muchachos vagos que descarrilan un tren” (Carballido. 144) e incitando al odio al añadir “¿qué tal si hubiera sido de personas?” (Carballido. 145), con lo cual, la gente ya no empieza a pensar en el “ha sido de mercancías” sino en las palabras del voceador. Esta imagen va unida al hecho de que los dos protagonistas del descarrilamiento son dos jóvenes de un nivel social bajo, por lo cual ya no solo la prensa, sino que la maestra los critica indicando su  “vagancia, estupidez y falta de civismo” (Carballido, 158) y los trata como si fueran menos que nada porque al ser pobres pierden su identidad, pues pierden su futuro, ya que “es su impotencia económica que imposibilita su movimiento físico (…) y, por extensión, le asegura un futuro de indigencia” (Postma, 69).

        Una de las voces, es decir, de los pétalos más interesantes es el de las madres de Toña y Polo, pues a pesar de ser ambas de una clase social baja de México, ambas tienen una opinión y una respuesta muy diferente a lo ocurrido. Mientras que la madre de Toña es más tranquila en cuanto a lo sucedido “A ver si hoy llego a tiempo. Si otra vez no me dejan entrar, mañana te vas tú al hospital en lugar mío” (Carballido, 164), la madre de Polo es mucho más dura con él, acusándole de los sacrificios que han tenido que hacer para darle educación y zapatillas, para ofrecerle algo, viendo que no hay respuesta de Polo a sus sacrificios “Tanto luchar para que estudies, y ya ves (…) Es culpa mía por haberte consentido tanto (…) Ahora que iba a comprarte unos zapatos, esta quincena.” (Carballido, 166-167). En esta escena por lo tanto podemos ver dos puntos de vista diferentes.

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