La Lectura Y La Escritura

LA LECTURA Y LA ESCRITURA Y SU RELACIÓN CON EL CONOCER, EL CONOCIMIENTO Y LA COMUNICACIÓN

¿Cuántos años, estimado estudiante, lleva en la difícil pero grata tarea de adquirir conocimientos? ¡Diez, doce, quince... tal vez más! Y se ha preguntado, ¿qué es el CONOCIMIENTO?, y mejor aún ¿qué es CONOCER?

¡Deténgase un momento! Piense en esas dos preguntas. Usted paga por adquirir conocimientos... ¿Y compra un paquete que no sabe qué es? Intentemos definir esos dos conceptos de la forma más clara posible:

EL CONOCER.

El conocer es, sencillamente, apropiarnos de la realidad, gracias a la traducción que hacemos de ésta mediante nuestra capacidad simbólica, es decir, leemos el entorno y lo aprehendemos en nuestro cerebro, construyendo de esta forma, en palabras de Husserl, mundo, esto es, teorías. Expresémonos de otro modo: nosotros tenemos pensamiento y lenguaje, y estas habilidades superiores del hombre nos permiten traducir la realidad a palabras e imágenes y llevarla a nuestro cerebro; pero (y ahora viene la pregunta difícil) ¿qué es la realidad? Sin entrar en discusiones filosóficas digamos que la realidad es todo aquello que nos rodea, incluyéndonos, pues somos también parte de ésta. Como límite del mundo en el que estamos insertos, diría Wittgenstein*, está el YO o el Sujeto. Piense en esto un instante, ¿qué es el YO? Pregúntese por un momento: ¿quién soy yo? Esta es la pregunta esencial y más difícil de la filosofía. Tal vez, porque no es posible conocer el YO, a no ser por referencias periféricas, indirectamente. El sujeto como límite “captura” la realidad e incluye el propio cuerpo, éste sí lo conocemos como objeto físico, por esto digo que lo incluimos como parte de la realidad.

EL CONOCIMIENTO.

El conocimiento es la explicación o interpretación científica o no científica de esa realidad. Es científico cuando la interpretación o explicación es racional, es decir, cuando se ponen en juego las estructuras lógicas y… o… matemáticas; y no científico, cuando la realidad se explica o se comprende desde la emoción: desde lo poético, lo mítico, lo mágico o lo religioso. Hay grandes diferencias entre el uno y el otro. El primero trata de describir, de explicar, de interpretar, de comprender, de predecir; de verificar, de comprobar o falsar las teorías. Al segundo no le interesa lo anterior, aunque también predice: Julio Verne predijo, de cierta forma en sus novelas, el viaje a la luna, al fondo del mar, etc. La mitología griega, hace treinta siglos, dijo, en un hermoso mito, que si destruíamos los bosques, nos moriríamos de sed. Actualmente, esto es una afirmación indiscutible. No podemos despreciar ninguna de esas formas de explicar la realidad, cada una de ellas puede tener en parte gran verdad, pero incluso, la científica tiene hoy serios problemas con sus explicaciones fundamentales del mundo. (ver gráfico

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