La Madurez
Enviado por tanck12 • 6 de Mayo de 2013 • 638 Palabras (3 Páginas) • 275 Visitas
Cómo se combate la
madurez
HERNAN CASCIARI
Durante el día me asaltan infinidad de preguntas idiotas.
Me asaltan, pero rara vez me desvalijan. Quiero decir: no
logro nunca entregarles las respuestas que buscan, por
más que a veces utilicen la fuerza para reducirme. Y
entonces se van (por lo menos eso parece), al acecho
constante, a asaltar a otro cristiano más despierto.
Las preguntas que me asaltan lo hacen generalmente por
la espalda, pero no son capaces de robarme la
tranquilidad. Me inquietan un poco, sí, sobre todo cuando
se me presentan a cara descubierta. El viernes me asaltó la
siguiente: ¿Quién habrá sido el primer puto pasivo de la
historia de la humanidad? Y en seguida se apareció una
segunda: ¿Y cómo habrá hecho para convencer a otro de
convertirse en el primer puto activo?
Estas dudas llegan, se instalan, se comen todo lo que hay
en la heladera y se van, no sin antes dejarme desordenadas
todas las ideas, con lo que me cuesta pagarle a la mujer
que limpia.
La mujer que limpia (por si no me siguen la metáfora) es
la coherencia, y viene todos los lunes, jueves y sábado por
medio. Lo que hace no es nada del otro mundo, pero yo se
lo agradezco como si lo fuera.
Primero saca al patio todo el grupo neuronal resentido por
mi pasado químico y, poniéndolo en fila india, les hace
hacer media hora de ejercicio físico, y otra media hora de
ejercicio pragmático. A la vez, coloca una palangana con
vinagre en el baño y deja en remojo toda la segunda fila de
mi grupo neuronal (impregnado por mi pasado herbóreo)
y llama a silencio a la tercera fila de neuronas, que vive
componiendo bellas melodías en un idioma ficticio que ya
ha cumplido su décimo quinto aniversario de vida.
Una tarde la mujer que limpia me propuso dejar de
trabajar un día sí un día no. Le pregunté qué otra forma se
le ocurría, y me dijo que la mayoría de la gente contrata el
servicio con cama adentro y listo.
—¿Con cama adentro? —me escandalicé— ¿Pero eso no es,
lisa y llanamente, la madurez?
La mujer que limpia cada tanto mis ideas negó:
—No, eso es sentar cabeza —dijo—. Madurez es cuando,
después de un tiempo de cama adentro, el amo y la
sirvienta se sienten atraídos físicamente y el amo le
propone a la sirvienta casamiento, tal y como ocurre en los
folletines de la televisión vespertina. Cuando el amo y la
que limpia se casan, ahí sí, llega la madurez.
Miré a la mucama con ojos masculinos por primera vez:
las tetas estaban firmes, el culo no estaba mal, los dientes
los tenía todos...
...