La Naranja

A pesar de todo, fue un genio del cine, y sus películas perdurarán en la memoria de muchos a lo largo de la historia. Jamás podré olvidar al hombre que trajo al mundo joyas como "La chaqueta metálica" o "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" además de su encantadora naranja mecánica. Ya que hablamos del director, tenemos la obligación de habar de Anthony Burgess, el escritor de la novela de 1962 (que es mucho mas cruda y fuerte que la película). Burgess tuvo muy buenas impresiones de la adaptación al cine de su novela, pese a que el final no fuese el mismo, por lo que el escritor culpó a la productora y no a Kubrick, que al tener la versión americana del libro (sin el final original) truncó el autentico final del libro. El caso es que ambos artistas hicieron en principio buenas migas, sin embargo, tras los escándalos y controversia que la película causó en todo el globo, la amistad entre los dos se ennegreció, y Burgess y McDowell (que por aquel entonces viajaban juntos promocionando la película) tenían una cruda opinión en común acerca del director. Sin duda alguna, y según palabras de la época: "su talento era muy superior a su calidad como persona". Tras esta pequeña dosis gratuita de historia del cine, sigamos analizando la película. El pequeño Alex experimenta una serie de cambios en La naranja mecánica a través de los cuales podemos ver el tema principales de la película: La evolución de un individuo humano en una sociedad despótica y destruida por jóvenes ultraviolentos y un gobierno manipulador e hipócrita. ¿Por qué "la naranja mecánica"? Principalmente porque Alex es en el film una naranja de relojería a la que, mediante tratamientos infrahumanos, la sociedad y el gobierno dan cuerda para dirigirlo desde el bien hacia el mal, eliminando por completo su capacidad de decisión y su libre albedrío. Excelente película, excelente actuación, excelente banda sonora. En general, no encuentro ningún aspecto negativo en esta obra de arte. Tal vez la falta de reconocimiento y premios que tuvo en su momento. La considero una pieza imprescindible en toda colección de cinéfilo, ya que personalmente, es mi la primera película que me viene a la cabeza en cuanto pienso en "mis películas preferidas". Llegará el momento en el que pierda la cuenta de cuántas veces la he visto, porque yo, drugos míos, soy naranjadicto.

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