La Obra La Casa De Bernarda Alba Y Sus símbolos
Enviado por Asialy14 • 16 de Mayo de 2014 • 800 Palabras (4 Páginas) • 1.515 Visitas
La casa de Bernarda Alba es una obra dramática escrita en el 1936 por el español Federico García Lorca. En donde vive una mujer viuda con sus cinco hijas; atrapadas en los confines de su casa por un luto interminable y por pasiones atrapadas. En ella habitan varios símbolos que nos ayudan a entender mejor lo que está pasando, no solo dentro de la casa, sino también en el corazón de cada una de las personas que ahí viven. Los símbolos que se presentan en La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca son indicadores recurrentes tanto de la rebeldía como del despotismo de Bernarda. Entre ellos está el bastón de Bernarda, el caballo Garañón y el contraste de los colores blanco y negro.
El bastón con el que Bernarda camina muestra el símbolo del poder tiránico y la autoridad. Es un símbolo con el que ella se crea a sí misma como la dueña y señora, la que lleva la única palabra en la casa. También es un símbolo de su ceguera ante las pasiones y situaciones por las que pasan sus hijas. En toda la obra Bernarda da su muestra de poder dando órdenes y esto lo hace dando golpes con su bastón. Como en el acto I, que Bernarda dando un golpe con su bastón en el suelo y dice "¡Alabado sea Dios!" buscando el silencio de los malos comentarios hacia ella. Otra muestra de su poder es cuando usa el bastón como muestra de respeto en el acto I, que Bernarda le da Angustias con el bastón, buscando el respeto de su hija después de haberse ido a mirar hombres el día del velorio de su padre. Al final de la novela en el acto III, Adela le hace frente a Bernarda y rompe el bastón de esta en dos, haciendo referencia a "la vara de la dominadora", dando a entender que al romper su bastón se está revelando contra su madre, está destruyendo lo que le da la autoridad sobre ella a Bernarda.
Otro símbolo presentado en la obra es el caballo. Representa el deseo sexual, el erotismo e incluso el deseo de libertad que sentían o querían sentir los personajes en la obra. Como en el acto III, cuando el caballo Garañón golpeaba furiosamente los muros, queriendo salir del corral, y Bernarda comenta que "debe tener calor" a Prudencia, está representando a las hijas de Bernarda, las cuales sentían un calor sexual que golpeaba en sus pechos y estaba ya por tumbar los muros de sus almas. También puede ser visto como que ya querían romper los muros que las mantenían presas en esa casa, querían ser libres. Bernarda mantenía todo lo de su pertenencia encerrado, sus hijas, su madre e incluso el caballo. Este es el primero que da muestra de querer libertad desatando todos los secretos que en la casa se guardaban, desde la relación oculta de Pepe el Romano y Adela hasta los sentimientos más íntimos de Martirio.
Los colores blanco y negro predominan mucho en la obra. Todas las paredes de la casa son blancas. Como en todos los actos, la casa es descrita como, "habitación blanquísima...,
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