La Oratoria
Enviado por Michelle19994 • 11 de Junio de 2014 • 488 Palabras (2 Páginas) • 320 Visitas
La Oratoria
Es el arte de hablar en público, según platón, la oratoria se define como “el arte de seducir a las almas por la palabra”.
Los elementos:
Emisor: es el que emite el mensaje
Receptor: es el que recibe el mensaje
Contexto: es la situación que se crea cuando hay comunicación
Fines de la Oratoria
Enseñar, orientar, convencer, persuadir y deleitar
Objetivos de la Oratoria
Relacionarse (crear un vínculo transitorio o duradero)
Expresarse (Exponer o compartir ideas y sentimientos)
Influir (Modificar la percepción, actitud o forma de actuar de los interlocutores)
Beneficios
Confianza en uno mismo: la convicción de que no podemos hablar exitosamente en público, es una de las variables que más peso tiene en el fortalecimiento de nuestra confianza personal.
Oportunidades de liderazgo: un porcentaje considerable de las personas que tienen fuerte influencia social en casi todos los órdenes, ya sea en pequeños grupos o a gran escala, poseen cierta facilidad para expresarse frente a los demás.
Prestigio y Estatus: es una premisa humana que los débiles siguen a los fuertes. Quienes logran desarrollar habilidades oratorias, no solo influye más fácilmente en los demás, sino que ganan un tipo de prestigio que puede colocarlos en posiciones de atención.
Oportunidades de relacionarse: quienes logran desarrollarse la capacidad de hablarle a grupos de personas, suelen ampliar notablemente su círculo de relaciones personales. Sus destrezas comunicativas les sirven de trampolín para vincularse.
Dinero: todos los beneficios derivados del uso adecuado por el poder de la oratoria, tales como: relaciones, estatus, prestigio, autoconfianza y liderazgo, redundan, como es lógico, en mayores ganancias económicas. El dinero viene como consecuencia natural del desarrollo y expansión de la influencia de la personalidad.
Claves
Claridad: tratamos sobre la claridad mental o claridad en las ideas. Para decir algo es necesario y conveniente saber antes lo que se dira. Hay que tener bien definidas las ideas que serán expuestas y desarrolladas durante el discurso.
Sencillez: el orador debe expresarse en un lenguaje que todos, o la mayoría de los oyentes, puedan entender sin necesidad de esforzarse.
Concisión: es la capacidad de seleccionar y expresar lo prioritario, lo vistoso, lo esencial del tema que se elige para exponer. Para ser concisos debemos evitar lo redundante, lo inexpresivo y lo artificioso, es decir, aquello que no despierte interés verdadero.
Coherencia: es la capacidad de iniciar, continuar y culminar la exposición de un tema, sin perder el sentido de la idea principal ni romper el hilo temático.
Fluidez: es el sentido de facilidad con la que son emitidas las palabras y frases por parte del orador.
Naturalidad: se entiende
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