La Perspectiva Global Del Aula
Enviado por Alejandra11198 • 17 de Junio de 2014 • 1.676 Palabras (7 Páginas) • 456 Visitas
La perspectiva global del aula
Chris Watkins y Patsy Wagner
El aula, lugar donde más tiempo pasan profesores y alumnos.
Cuando oímos hablar de la conducta que se da en el aula, normalmente pensamos en las personas implicadas. Es raro oír hablar de la situación, del contexto en que se produce esa determinada conducta, con lo cual nos quedamos con una imagen parcial de ella como si hubiese ocurrido de forma independiente de su contexto. La situación del aula tiene una influencia considerable y es necesario entenderla si lo que queremos es llegar a comprender la conducta que se da en ella. Esto es válido tanto respecto a la conducta de los alumnos como a la de los profesores. Es evidente que, en gran medida, las estrategias que utilizaban los profesores para controlar la dinámica de sus clases venían determinadas por la influencia del contexto en que trabajaban, y ello tenía que ver tanto con la situación concreta del aula como con el esquema organizativo de los centros donde se empleaban tales estrategias.
Los alumnos de los centros de enseñanza media pasan a lo largo del día por una serie de situaciones (es decir, por diferentes clases), y por tanto realizando una serie de encuestas en distintas clases podemos determinar en qué medida su conducta está ligada al contexto. De esta forma evitaremos la tendencia a situar las causas de la conducta «dentro)) de las personas, así como otra tendencia relacionada con ésta según la cual los profesores se sienten incapaces de hacer que cambie la situación a menos que el alumno cambie de una forma u otra.
Las aulas son lugares de mucha actividad.
A lo largo del día, a los profesores se les pueden presentar mil interacciones distintas. Es muy difícil encontrar un trabajo que se le pueda equiparar en este aspecto. Para el profesor, esto puede derivar, por supuesto, en cansancio, especialmente para el principiante, e incluso en estrés. Si normalmente los profesores no pueden reflexionar con la suficiente profundidad sobre la perspectiva del alumno en el aula deberíamos esperar que lo hiciesen en otro momento del día, fuera del aula, en que se encontrasen menos ocupados, a menos que se diseñen estrategias que permitan dedicar un tiempo en clase a hacerla. Para los alumnos que están en un medio de tanta actividad es evidente que la cantidad de atención que el profesor presta a cada uno de ellos a lo largo del día se reduce en la práctica a unos cuantos minutos, y probablemente con frecuentes interrupciones. Para poder entender el proceso de aprendizaje que se da en el aula debemos tener esto en cuenta y no pensar, simplemente, que los alumnos aprenden cuando se comunican con el profesor.
Las aulas son lugares públicos.
Las aulas son lugares públicos en el sentido general de que son muchas las personas que tienen una opinión formada sobre ellas y sobre cómo deberían funcionar, las aulas son públicas en cuanto que normalmente la conducta del alumno y del profesor la pueden observar el resto de las personas allí presentes. El carácter público de las aulas significa que los alumnos se sienten examinados públicamente, tanto por su trabajo como por su conducta, y adoptan frente a ello diversas estrategias (estrategias para descubrir la respuesta que espera el profesor, estrategias para juzgar si el profesor está siendo justo o no en sus evaluaciones, etcétera). Una última característica de este carácter público de las aulas es que los alumnos tienen la sensación de que los tratan como a un miembro de un grupo que no siempre es el que ellos han elegido, y pueden a su vez utilizar al grupo para hacer que los demás cambien.
Lo que ocurre en el aula tiene un carácter pluridimensional.
Cada uno de los miembros de una clase se mueve por muy diversos objetivos, intereses y metas. La enseñanza y el aprendizaje, pese a ser el objetivo final, no son sino una dimensión más de lo que ocurre en el aula y de los procesos que allí se desarrollan. Los aspectos sociales y personales de los alumnos, las características profesionales y personales de los profesores, se influyen mutuamente e influyen sobre el objetivo final. Dentro de la clase hay múltiples fuentes de información, por lo general no todas estas fuentes se refieren a una misma cosa. De hecho, además de ser incompatible, la información que se da en el aula no siempre es coincidente, ni siquiera cuando se trata de decidir qué tipo de ejercicios hacen falta. Es éste, pues, un ambiente problemático.
Para el profesor, esto implica que ha de hacer frente a hechos que tienen muy distintas dimensiones: conocer la materia, evaluar a los alumnos, dirigir grupos, dominar sus respuestas emocionales ante lo que ocurra en clase, establecer procedimientos, distribuir los recursos materiales, llevar un seguimiento de los alumnos. El resultado de la interrelación de todas estas tareas puede ser a veces una sensación de agobio. Para los alumnos, este medio pluridimensional significa que cuando intentan centrarse en lo que es su labor puramente académica tienen que hacer un importante esfuerzo selectivo para discriminar qué información es relevante y cuál no, especialmente cuando intentan identificar lo que
...