La Planificacion En Lenguaje Y Comunicacion

UNIDAD 1. PRODUCTO 1 ESCRITO ORIGINAL (6 cuartillas):

El presente escrito intenta dar respuesta a tres grandes interrogantes que a continuación presento: ¿Qué ejemplos de soluciones a problemas sociales contemporáneos conocen que sean el resultado del trabajo de las ciencias sociales y las humanidades? ¿Cómo pueden ser enseñadas las competencias para la vida a lo largo de toda la vida en un mundo en cambio rápido y constante? ¿Qué es el concepto de pensamiento complejo y cuál es la importancia de introducir este concepto en la práctica docente?

La humanidad a lo largo de su desarrollo social ha ido encontrando mecanismos que le den respuesta a sus múltiples y cada vez más complejas necesidades. Recordemos que en un primer momento se planteó la postura disciplinar cuya vertiente ocupaba un lugar dentro de las áreas sociales o dentro de las humanidades; cada una de estas grandes clasificaciones amparaba diversas disciplinas que respondieron al llamado acuciante de una sociedad demandante de respuestas.

La postura actual ha permitido el paso a una visión más holística que nos presenta la interdisciplinariedad como una propuesta avant gard para responder a necesidades más actuales pero no menos acuciantes que las del pasado, donde la prevención, comprensión e intervención asertiva ante la violencia escolar –bullying , la atención a la diversidad, la equidad de género, la educación para la salud, la educación sexual, la educación ambiental para la sustentabilidad, la educación financiera, la educación del consumidor, la educación para la paz y los derechos humanos, la educación vial, y la educación en valores y ciudadanía, son vívidos ejemplos de ello.

La reflexión se empieza a encaminar entonces a un Darnos Cuenta, (como lo pide Rogers, o Piaget), que la ciencia, la tecnología y los valores universales no pueden ir desligados, pues el hombre es un ente social, que vive unido a su entorno en el cual se encuentra inmersa la ciencia y la tecnología, permeada por valores y costumbres que hacen nuestro verdadero campo de acción… Ante semejante cuestión me surge otra interrogante ¿Cómo puedo en mi insignificante hacer, haber y sentir fomentar el trabajo con estos tres campos de estudio?

La respuesta llega inmediata: Mediante actividades que le permitan al alumno conocer estas áreas y concebirlas como un todo integrado, brindarle la oportunidad de práctica donde conocimientos, procederes y actitudes durante el desarrollo de tales actividades le permita una riqueza de posibilidades para la resolución de los conflictuantes a través de una toma de conciencia –también- de las consecuencias de sus acciones, de la necesidad del análisis de las situaciones para ejecutarlas de tal manera que generen soluciones a través de la capacidad infinita que como individuos poseemos para transformar el entorno, para realizar actividades que conlleven a la mejora del mismo y las problemáticas actuales, individuos analíticos, con las capacidad de abrirse a nuevas posibilidades a consensos y opiniones diferentes, en suma, actividades y estrategias que le permitan desarrollar sus competencias.

Pero… que es ¿competencia?, tal palabra tiene muchas acepciones; sin embargo en el rubro de educación se refiere a la síntesis de conocimientos, habilidades, actitudes y procedimientos así como valores que permean la conducta de un ciudadano integral, que desde luego es capaz de conducirse de manera exitosa por la vida en el ámbito profesional, emocional, social y familiar, que para Zavala(2003), es hacer referencia a tipos de trabajo o actividades de “cierto nivel de complejidad que los distingue de las actividades que se desarrollan como mera ejecución de las órdenes de otros”. Así mismo, Nou (2003) nos dice que “competencia es la capacidad de utilizar conocimientos y actitudes de forma eficaz y original en el marco de situaciones interpersonales que comprenden las relaciones con otras personas en contextos sociales, así como en entornos profesionales o relativos a una materia en concreto”.

La discusión teórica al respecto no termina aquí, pues tenemos que para Perrenoud (2004, p. 11)) hablar de competencia es decir que es “una capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones (…) recursos que movilizan conocimientos teóricos y metodológicos, actitudes, habilidades y competencias más específicas”.

Zavala (2007, p. 13) plantea que “La competencia en el ámbito escolar, ha de identificar aquello que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas a los que enfrentará a lo largo de su vida (…) consistirá en la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida, mediante acciones en las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales.”

Garagorry (2007, p. 50) detecta que existen elementos nucleares comunes en la búsqueda de la definición de competencia, así, enuncia los conceptos, procedimientos y actitudes como elementos concretos, planteando con ello una visión integrada de los contenidos educativos puesto que anteriormente se tendía a mirarlos de forma fragmentada.

Además retoma la transferencia y multifuncionalidad como características relevantes, pero diferencia las capacidades y las competencias pudieran ser un sinónimo, el autor plantea que en tanto las primeras no pueden ser evaluadas, las segundas si son susceptibles de serlo, sumando la evaluación como otro elemento nuclear.

Asimismo, éste autor presenta una diferenciación al hablar de competencias, porque manifiesta que existen competencias específicas, transversales,

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