La Verdad Sospechosa

Juan Ruiz de Alarcón fue un escritor y dramaturgo mexicano, se considera ala máxima figura del teatro barroco hispanoamericano de los siglos XVI y XVII. Se dice nacido en Taxco, Nueva España. Viajó a Salamanca a la edad de 20 años para estudiar cánones y leyes. Después de una estancia de dos años en Sevilla, en 1613 regresó a México donde ejerció el oficio de teniente de corregidor. Un año después volvió a España y se instaló de forma definitiva en Madrid, donde se dedicará a escribir sus comedias y en 1626 se le nombro relator interino del Consejo de Indias. A pesar de ser un hombre tímido y con un aspecto físico grotesco, se convirtió en uno de los tres mayores dramaturgos del momento junto con Lope de Vega y Tirso de Molina.

Frente a los escritores de su época, Ruiz de Alarcón fue el único representante de la burguesía profesional. Su mentalidad de hombre de leyes explica el tono de sus obras, que no es demasiado lírico ni místico, y, aunque le interese lo mágico, es racional, verídico y ordenado. Escribió más de veinte comedias, piezas costumbristas, de enredo o de carácter, entre las que destacan: La amistad castigada, Ganar amigos, La cueva de Salamanca, El semejante a sí mismo, La prueba de las promesas, Las paredes oyen, Mudarse por mejorarse, No hay mal que por bien no venga, El examen de maridos y La verdad sospechosa. Esta última, la más representativa, obra maestra del teatro alarconiano, misma que analizaremos en este trabajo.

En la época del siglo XVII la visión del mundo en la literatura ya no será optimista como en la renacentista sino de frustración y desengaño. La creación literaria deja de ser natural, sencilla, espontánea y opta por ser artificiosa, amanerada y complicada, a este movimiento tanto cultiral como religioso se le denomino Barroco. Dos corrientes estilísticas ejemplifican los caracteres del movimiento: el conceptismo y el culteranismo. Ambas son, en realidad, dos facetas de estilo barroco que comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio.

La historia comienza con la aparición de Don García, hijo de un noble que se convierte en principal aspirante al Mayorazgo, que era el título nobiliario de la familia, porque su hermano mayor había muerto, Don García regresa de la Universidad de salamanca a trabajar con su padre, un problema fundamental en la historia es la fama de mentiroso con la que el regresa. Justo a su llegada a Madrid conoce a Jacinta, que es una dama de sociedad y se enamora de ella. Don García tenía un mozo que se llamaba Tristán, y le pide que consiga información sobre Jacinta. Tristán va obediente, pero la confunde por su amiga Lucrecia, que estaba con ella, y este es el principio del resto de la historia, ya que es el punto clave donde se desencadenan las mentiras y los malentendidos.

Después de esto, se confunden las personalidades de Jacinta y Lucrecia y Don García tiene problemas con eso, ya

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