La Zapatera Codiciosa
Enviado por a1le2j3p4 • 5 de Julio de 2013 • 463 Palabras (2 Páginas) • 448 Visitas
ESCENA PRIMERA
La Zapatera y luego un Niño.
ZAPATERA. Cállate, larga de lengua, penacho de catalineta, que si yo lo he hecho... si
yo lo he hecho, ha sido por mi propio gusto... Si no te metes dentro de tu casa lo
hubiera arrastrado, viborilla empolvada; y esto lo digo para que me oigan todas las que
están detrás de las ventanas. Que más vale estar casada con un viejo, que con un tuerto,
como tú estás. Y no quiero más conversación, ni contigo ni con nadie, ni con nadie, ni
con nadie. (Entra dando un fuerte portazo.) Ya sabía yo que con esta clase de gente no
se podía hablar ni un segundo... pero la culpa la tengo yo, yo y yo... que debí estarme en
mi casa con... casi no quiero creerlo, con mi marido. Quién me hubiera dicho a mí,
rubia con los ojos negros, que hay que ver el mérito que esto tiene, con este talle y estos
colores tan hermosísimos, que me iba a ver casada con... me tiraría del pelo. (Llora.
Llaman a la puerta.) ¿Quién es? (No responden y llaman otra vez.) ¿Quién es?
(Enfurecida.)
ESCENA II
La Zapatera y el Niño.
NIÑO. (Temerosamente.) Gente de paz.ZAPATERA. (Abriendo.) ¿Eres tú? (Melosa y conmovida.)
NIÑO. Sí, señora Zapaterita. ¿Estaba usted llorando?
ZAPATERA. No, es que un mosco de esos que hacen piiiiii, me ha picado en este ojo.
NIÑO. ¿Quiere usted que le sople?
ZAPATERA. No, hijo mío, ya se me ha pasado... (Le acaricia.) ¿Y qué es lo que
quieres?
NIÑO. Vengo con estos zapatos de charol, costaron cinco duros, para que los arregle su
marido. Son de mi hermana la grande, la que tiene el cutis fino y se pone dos lazos, que
tiene dos, un día uno y otro día otro, en la cintura.
ZAPATERA. Déjalos ahí, ya los arreglarán.
NIÑO. Dice mi madre que tenga cuidado de no darles muchos martillazos, que el charol
es muy delicado, para que no se estropee el charol.
ZAPATERA. Dile a tu madre que ya sabe mi marido lo que tiene que hacer, y que así
supiera ella aliñar con laurel y pimienta un buen guiso como mi marido componer zapatos.
NIÑO. (Haciendo pucheros.) No se disguste usted conmigo, que yo no tengo la culpa y
todos los días estudio muy bien la gramática.
ZAPATERA. (Dulce.) ¡Hijo mío! ¡Prenda mía! ¡Si contigo no es nada! (Lo besa.) Toma
este muñequito, ¿te gusta? Pues llévatelo.
NIÑO. Me lo llevaré, porque como yo sé que usted no tendrá nunca niños...
ZAPATERA. ¿Quién te dijo eso?
NIÑO. Mi madre lo hablaba el otro día, diciendo: la zapatera no tendrá hijos, y se reían
mis hermanas y la comadre Rafaela.
ZAPATERA. (Nerviosísima.) ¿Hijos? Puede que los tenga más hermosos que todas ellas
y con más arranque y más honra, porque
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