La lectura como fuente de Conocimiento

La lectura como fuente de Conocimiento

A la acción de leer se le puede acreditar que es mirar, identificar, descifrar y asimilar el mensaje o texto que el autor nos quiera exhibir. Esta acción nos permite ver y entender la mayoría de los manuscritos que se nos presenten, dejándonos varias cosas hacer dependiendo del tipo de texto. No obstante, leer nos ayuda en nuestro día a día, y nos puede influenciar en una gran magnitud.

Al leer, una persona tiende a buscar un lugar tranquilo en donde pueda enfocarse en la lectura, y cuando empieza, poco a poco se ve más inmerso en ella, busca entender la forma en el que el autor o personaje piensa y de una forma nos permite a nosotros hacernos la misma pregunta, o cuestionarnos cosas que a simple vista serian un concepto básico, pero a la final, nos damos cuenta que dependiendo de cómo lo veamos, podríamos ver las cosas de manera distinta. La lectura nos permite obtener información y procesarla para de que esta forma la entendamos y se convierta en conocimiento, y al adquirir este, nosotros empleamos esa información en la vida real, ocasionando de esta manera que leer se convierta en una fuente de información vital para el ser humano, puesto que así uno mismo puede decidir lo que va a leer y la información que va a captar de esta.

Aunque la lectura sea un campo tan amplio, teniendo tantas narrativas y versiones diferentes, el ser humano (al estar interesado en ella) puede llegar a enfrascarse en un cuento y de él, aprender un concepto o idea nueva que pueda emplear en el resto de su vida. Leer nos permite conocer nuevas palabras, ideas, situaciones y soluciones a problemas de los cuales podemos aprender y nutrirnos para después usarlos en un futuro.

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