La leyenda de los tipodes
Enviado por Chourok • 22 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 1.760 Palabras (8 Páginas) • 784 Visitas
La
leyenda
de
los
Tipodes
Pensaban que podrían vencer a los humanos, pero la realidad fue muy diferente.
La Tierra, nuestro planeta, un planeta que ha tenido muchas dificultades en encontrar la paz, aunque hasta este momento siguen habiendo guerras y conflictos sin solución.
Esta última guerra a la que se enfrentó el planeta fue algo muy distinto...
Todo se remonta a siglos atrás, según cuenta la leyenda, la Tierra no era el único planeta con seres vivos, sino que también lo era Marte. Magnus era el hijo de Olipsus y gobernaba sobre el gran imperio que formaban los Tipodes, unas criaturas muy especiales jamás vistas por los humanos. Su piel era de color verde claro y contenía unas pequeñas manchas de un verde oscuro, los ojos magentas, el cabello de un color rojo metálico, las uñas largas, fuertes y negras, su boca era un poco diferente de lo que nos podemos imaginar las personas, los labios eran de un azul marino no muy oscuro, en cambio la lengua no era azul sino de un rojo vivo y encendido, los dientes eran amarillos como el color de la piel del limón y fuertes como para poder morder una barra de hierro macizo.
La parte más especial era la cola, pues en ella tenían el símbolo que indicaba tener todo el poder necesario para vencer a cuatro leones solo con una mano, también era por donde se podían comunicar entre ellos sin la necesidad de hablar. Los infantes no nacían con el símbolo del poder en la cola sino que se formaba a medida que iban creciendo.
El símbolo era un círculo con unas cruces entrelazadas entre si que formaban una especie de flor que según el color que tenía, indicaba más o menos poder. Si era de color negro eso significaba haber alcanzado el máximo poder posible.
La leyenda cuenta que estos seres fueron creados por el dios Magnus, los creó para vengarse de Apoles que era su hermano y también el hijo del creador de la Tierra y los humanos. Apoles y Magnus tenían un trato y era condenar a su padre a permanecer en el infierno para apoderarse juntos del gobierno sobre la Tierra, pero lo que pasó fue que Apoles engañó a Magnus y después de haber condenado a su padre se puso él al trono y condenó a su hermano mayor (Magnus) a estar encerrado en el planeta de Marte, ya que no habían seres vivos y no podría salir de ahí jamás. Mientras Magnus permanecía en Marte, Apoles disfrutaba del poder y las infinitas riquezas que tenía en la Tierra.
Apoles no tardó mucho en enamorarse de una princesa que vio a través del portal que separaba la Tierra de su castillo situado en el espacio, pero a través de ese portal, en menos de tres segundos ya estaba en la Tierra. También era cierto que el portal cada vez le mostraba un lugar diferente del planeta y cuando quería atravesarlo, lo hacía en un cuerpo humano conocido en aquella zona, de este modo los habitantes de la Tierra nunca llegaron a saber la verdad. La leyenda solo aparecía en algunos libros muy antiguos guardados en un museo y que solo pocas personas habían leído.
El caso es que la princesa de la cual se enamoró Apoles se llamaba Lucinda y era hija del rey de Gran Bretaña. Apoles se le presentó con el nombre de Rodrigo, el príncipe de Alemania. Lucinda también se enamoró de Rodrigo y de este amor nació Isaac, un hermoso bebé que heredaría el trono de Apoles cuando este falleciera ya que era su hijo, aunque su madre fuera una humana.
Seguramente siempre nos han contado que los dioses son inmortales, pero la realidad nunca es tal y como nos la imaginamos. Apoles, Magnus y Olipsus (el padre de ambos) eran dioses pero la pregunta es, ¿eran inmortales?
No. No lo eran, los dioses tenían unas leyes, una de ellas y la más importante es que solamente podían gobernar durante cien años, luego se les condenaba a estar en el infierno donde morían después de un corto periodo de tiempo. Eso fue lo que le sucedió a Olipsus, que aunque no había cumplido los cien años en el gobierno Apoles y Magnus con la ayuda del demonio consiguieron la llegada de su condena antes de lo esperado.
Mientras Apoles vivía su historia de amor con Lucinda, Magnus estaba en Marte pensando una manera de vengarse de su hermano. Tuvo la oportunidad de hacerlo un día, mientras se paseaba por aquel extraño y curioso planeta, encontró una cueva donde entró guiado por sus pies sin saber realmente si quería entrar, pues lo que encontró fue una muchacha que sujetaba un baúl que brillaba en la oscuridad de la cueva. En abrir aquel curioso baúl encontró tres joyas y una nota escrita a mano que decía:
Yo he muerto y ya no tengo poder, mi objetivo era salvar este planeta pero
no lo he podido conseguir. Aquí dejo las tres semillas con los suficientes
poderes para dar vida a este planeta, quien las encuentre, por favor, que
las utiliza para hacer el bien y que este planeta vuelva a cobrar vida.
Encontrar aquello fue lo mejor que le había pasado a Magnus desde que llegó a Marte.
Se pasó dos meses para organizar sus ideas buscar información explorando el planeta, pensar muy bien en cómo iban a ser los seres que iba a crear y por fin después de tanto pensar y tanto planificar creó los ti podes Los formó y preparó para que tuvieran toda la inteligencia, fuerza y astucia para vencer a los humanos y vengarse de Apoles.
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