La literatura infantil y sus beneficios en el niño

LA LITERATURA INFANTIL Y SUS BENEFICIOS

Los bebés pueden ser considerados lectores desde el momento en que nacen, ya que estos son capaces de “leer” activamente diversos estímulos de su entorno como el canto materno, los sonidos de la madre y los ruidos que se emiten desde el exterior. Los niños tienen contacto con un mundo totalmente desconocido desde sus primeros días de vida y eso provoca que desarrollen interés por  conocer un sinfín de significantes y logros comunicativos, lingüísticos, comprensivos y expresivos; por ello, cuando contamos un cuento o una historia a los niños, les  es fácil entenderlo y desde su perspectiva logran disfrutar de las aventuras como una experiencia casi vivencial; se involucran en las historias y  la resolución de conflictos, ya que son capaces de identificarse a través de los personajes  en una amalgama  de historias o de viajar en el tiempo a  otros lugares.  Por esto considero que la literatura es un recurso tan importante para el desarrollo de los niños, pues les permite conocer historias, personajes y lugares diferentes; crear esa magia, en un acto de acompañamiento afectivo de juego, humor y metáforas donde se echa a volar la imaginación.

Leer a los niños desde la infancia conlleva un acto de amor donde la voz de la madre, padre o cuidador viaja a un mundo de rimas, historias y palabras, que acunan o acompañan a través de la información de cultura. La importancia de la literatura para el desarrollo de los niños es innegable, pero la verdadera pregunta es, ¿por qué es tan importante?

A lo largo del tiempo, las diferentes culturas del mundo han creado su propia literatura para interrogarse sobre el mundo y han procurado facilitar a los niños/as el acceso a ella, para ayudarles a encontrar sentido a la vida de acuerdo con su base de creencias e ideas.

Desde que nace, el niño/a recibe formas poéticas y de ficción —contenidas fundamentalmente en canciones y narraciones— a través de los adultos, los libros infantiles y los medios audiovisuales. Este contacto, continuo y prolongado, le permite al niño formar expectativas sobre lo que es el texto escrito, dominar las convenciones literarias y aprender a interrelacionar su experiencia de vida, con la cultural transmitida por la palabra. Evidentemente, la familia y escuela tienen un papel importante como intermediarias en este proceso. Por lo tanto, deben trabajar en unión para relacionar y poner la literatura al alcance de los niños.

La recepción de literatura desde la primera infancia es la actividad más beneficiosa para conseguir el éxito de los niños/as en el proceso de desarrollo a la comunicación escrita. Por ello, las aulas de educación infantil deben promover siempre este gesto y derecho, así como propiciar los medios que aseguren el contacto vivo y placentero entre los niños y niñas a los libros.

 En la literatura infantil encontramos una gran variedad de temáticas que nos permiten inducir al pequeño lector conceptos de mayor importancia, que ayudan a formar su pensamiento crítico, su lenguaje y su capacidad reflexiva; la muerte, el tiempo, la dicotomía entre la realidad y la fantasía, la amistad, la autoestima, los valores, entre otros temas son aquellos que podemos encontrar y aproximar de manera amena a los niños mediante la literatura.

Los protagonistas de las historias para libros infantiles suelen ser creados con estereotipos y rasgos que permiten a los niños sentirse identificado con ellos, ya que comparten preocupaciones, miedos y necesitan reflexionan sobre el mundo en el que viven. Los niños son excepcionalmente observadores y sensibles de lo que ocurre a su alrededor; son individuos que tienen ideas y deseos propios; que piensan por sí mismos y buscan respuestas a las cosas.

La literatura, al estimular su curiosidad e imaginación de los niños, ayuda en el desarrollo de su vocabulario y desarrollo intelectual de una forma divertida, satisfaciendo sus necesidades creativas a imaginativas.

La literatura infantil ha sido transmitida de generación en generación a través de juegos, canciones, cuentos populares, trabalenguas, retahílas, poesías y romances. Con el paso de los años, esta literatura se ha plasmado por escrito, mucha de la cual ha llegado hasta nuestros días, como una tradición literaria. La tradición es la historia de un pueblo, de una sociedad que avanza, y que a la vez que con ella se moldean sus historias, sus vivencias, sus tradiciones. Por ello, la tradición literaria es un aspecto fundamental en la literatura infantil puesto que conforma un conjunto de obras creadas a lo largo de la historia y que constituyen enriquecedor elemento cultural. El niño/a adquiere de las obras literarias infantiles, que escucha o lee, un cúmulo de información sobre la historia, la cultura y las ciencias, que enriquecen su vocabulario y estimulan su creatividad e imaginación. Por ello, es importante rescatar la herencia de mitos, leyendas, fábulas y cuentos folclóricos apropiados para los niños/as pues han sido creadas a lo largo de la historia con un fin y constituyen el legado más valioso de ella, y ayudan a formar su propia identidad cultural.

Un elemento importante en la aproximación de los infantes a la literatura es el primer encuentro; el lograr que los niños se sientan atraídos a los libros y la lectura de una manera didáctica y entretenida. Un elemento fundamental para lograr este primer encuentro exitoso es el humor. El humor es un buen compañero de los relatos de aventuras, del cuento fantástico. Con humor hasta podemos enfrentar el mal. Situaciones dramáticas pueden abordarse desde su perspectiva tratadas con humor. La experta en Literatura Infantil, Dinorah Polakof de Zaidensztatl (1998) nos dice que “el humor es utilizado en el cuento infantil como catalizador, como una táctica que permite dar vuelta una situación, distinguir en ella los elementos que eviten que se tome a lo trágico” y pone como ejemplo el libro “Pedrito el greñoso” de Heinrich Hoffmann (1980). El humor implica un cambio de perspectiva que nos permite escapar de una situación desagradable, huir y sacarla al balcón para verla desde fuera y observarla desde otra panorámica diferente, también dar respuestas y análisis de una problemática de manera segura. La frontera del humor puede resultar una vía atractiva de iniciarse a la lectura, de observar el mundo bajo los aspectos divertidos.

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