La localidad de Suba pudo haber sido el lugar de origen de la ciudad de Bogotá

La localidad de Suba pudo haber sido el lugar de origen de la ciudad de Bogotá.

Gonzalo Jiménez de Quesada en su afán de abandonar las playas ardientes que riega en su curso el río Magdalena y de escapar de la mordedura de los reptiles venenoso, siempre preparadas para finalizar con su vida, sube a una altura prodigiosa y se encuentra con una tierra igualmente extendida, que le ofrece el más vasto horizonte. Esta sabana llevaría el nombre de Valle de los Alcázares, porque sobre sus campos se extendían numerosos bohíos y columnas de humo.

Según el cronista Piedrahita, cuando Quesada llegó al pueblo de Chía, descansó y celebró los misterios de la Semana Santa (abril 1537), sin embargo, por el poco agasajo que halló en el príncipe de Chía que se había ausentado, decidió levantar el campamento y seguir con su viaje. Fue en ese momento cuando el cacique de Suba salió a su encuentro con obsequios en oro y esmeraldas. Los condujo al lugar en donde los conquistadores se alojaron por algunos días.

Después de que el Suba falleció. el ejército español abandonó el resguardo. Gonzalo, motivado por la muerte del cacique y por la ambición, se dirigió a Bacatá, lugar donde seria fundada la ciudad de Bogotá el 6 de agosto de 1538.

Suba, proviene de dos vocablos Chibchas: Sua, que significa sol y Sia, que significa agua. Esta palabra también es el nombre indígena para la quinua, planta que era alimento de los Chibchas y que crece en la sabana de Bogotá.

Esta zona de la ciudad siempre se ha caracterizado su gran cantidad de fuentes. Por ejemplo: Los humedales de La Conejera, Guaymaral, Juan Jaramillo y Córdoba. Además, contaba con La laguna de Tibabuyes, lugar de encuentro y rituales para los indígenas de toda la sabana de Bogotá.

En la Plaza Fundacional de Suba no queda rastro de las 15 casas hechas con paja que según el historiador Jaime Uribe se encontraban en el año 1550, cuando los encomenderos Antonio Diaz y Hernán Venegas fundaron la población. Además, de lo que fue el templo construido en 1618 con barro y piedra por los indígenas, de lo cual, solo quedan sombras, ya que, en 1899 se levantó sobre este terreno una construcción más moderna que cuenta con un campanario de más de tres metros.  

En 1530 según Pardo Umaña, el municipio de Suba contaba ya con 8 veredas entre las que se encontraban: El Rincón, Tuna, Casablanca, Tibabuyes, El Cerro Sur, La Conejera y El Prado. Durante estos años, la principal actividad económica de la localidad era la agricultura y el lugar en donde se comercializaban estos productos era la Plaza Fundacional de la localidad.

En el año 1954 mediante el Decreto ley 3640, durante el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, Suba fue anexada junto con otras localidades a la ciudad de Bogotá. Este mismo decreto le atribuye al alcalde mayor de Bogotá, la tarea de designar alcaldes menores por localidad.

Desde 1960 la localidad número once de Bogotá empezó a reemplazar los terrenos donde se realizaban labores de agricultura y ganadería por grandes edificios. De lo que fue Suba solo quedan pequeños rastros, ya que, el proceso acelerado de urbanización que se ha desarrollado en este territorio, ha destruido muchos de los rasgos arquitectónicos que datan de la colonia. Pareciera que la estructura en vez de construir su historia intentara ocultarla, tapándola con inmensos edificios, transformándola y camuflándola para que parezca que siempre fue parte de Bogotá y que nunca tuvo una historia aparte.

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