Las Enaguas Coloradas

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Las Enaguas Coloradas

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Categoría: Temas Variados

Enviado por: Helena 25 marzo 2011

Palabras: 1602 | Páginas: 7

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n él, (LLORANDO) tanto que l´he trabajado haciéndole sus tortillitas en el metate y sus frijolitos pá luego salga con sus naguas coloradas.

SANTOS: ¡A vieja remolona!

CHOLE: Pos no me las pondré y ya basta ya me canse de hacerle sus tortillas, ya no quiero ver el comal, ni el jarro, ni las ollas mucho menos las enaguas coloradas,

SANTOS: ¡Ah! Con que no, asté va hacer lo que yo quera (AMENAZÁNMDOLA) y vaya quitándose esas enaguas.

CHOLE: (RETÁNDOLO) No vaya siendo.

SANTOS: Pos ya veremos.

SANTOS SALE DE LA COCINA. DE REGRESO LLEGA CON UNA BOLSA TRAE LA FALDA, EL COLLAR Y LOS ARETES PARA SU CHORREADA.

SANTOS: Vieja, Viejita donde está mi flor de calabaza, mi jitomate colorado, mi flor de primavera.

CHOLE: (MOLESTA) Ya llegó este viejo, y terco a que me ponga sus enaguas coloradas.

SANTOS: Mire aquí traigo lo que le merque (SACA DE LA BOLSA LA FALDA, EL COLLAR Y LOS ARETES) se va a ver retchula.

CHOLE: Terco, ya le dije que no me la voy a poner, asté está igualito a esos hombres “machistas” que solamente sus chicharrones truenan.

SANTOS: Machista o no pero ya vaya quitándosela o quiere que se las quite.

CHOLE: Pos ya le dije que no y es no.

SANTO AL NO HACERLE CASO CHOLE LA VE AMENAZADOR A QUERER CORRETEALA PARA ARRANCARLE LA FALDA.

SANTOS: Ahora verá condenada! De que se las va a poner, se la va a poner porque yo digo.

CHOLE: (RESONGANDO) Viejo abusivo, bien me decían mis tatas que no me convenía, pero, yo de terca a casarme con él y miren ahora tener que obedecerlo, y no se cansa de estar ¡muele y muele como en el metate.

SANTOS: (REMEDÁNDOLA) ¡Muele y muele como el metate! Pos para eso lo merque pá que lo “restriegue” a diario.

CHOLE: Eso es lo que creiba asté, pero di hoy en delante, a ver quien le va a moler. Malhaya sea este metate y el indio que lo picó y el arriero que lo trujo y el macho que lo cargó ya me canse de hacer gordas, en el brasero, ora no le guiso nada, páque´s asté tan grosero. (MÁS FUERTE) ¡Ya no quiero ver tortillas, ya no quiero nada y mucho menos este comal. (LO ARROJA AL SUELO).

SANTOS: ¡Ah, jija! No sigas, Chole por que le puede pesar .

CHOLE: (SIN HACER CASO DE LA ADVERTENCIA, ARROJA LOS OBJETOS HACÍA ÉL) ya me canse de todo esto (GRITA MÁS) y de las enaguas colorados.

SANTOS: ¡Ah! ¿De las enaguas también? Pos le digo y le repito que se las va asté a poner. (AMENAZADOR) y váyase quitándose ésas...

CHOLE: Eso, lo vamos a ver.

SANTOS: Se las quita, o se las quito... ¿cree que no voy a poder?

CHOLE: (PONIÉNDOSE EN ALERTA) ¡A ver si es asté tan hombre! ¡Atrévase, viejo...!

SANTOS: ¿Qué mejor cállese el hocico o le daré su paliza.

CHOLE: ¡Ah, ja, ja, ja! Míreme Santitos (EXTIENDE LAS MANOS Y LAS AGITA) estoy temblando... pero de risa.

SANTOS: Ora verá, condenada. (COGE UNA CUCHARA GRANDE DE MADERA) ya me calmó la paciencia, se buscó su merecido, nomás no pida clemencia.

SE ABALANZA HACIA ELLA CON LA CUCHARA EN ALTO, CHOLE ASUSTADA EMPIEZA A CORRER Y A GRITAR, A CADA ADEMÁN DE SANTOS, CHOLE GRITA MÁS.

CHOLE: ¡Vecina, vecina, comadre! ¡vengan! ¡socorro, válgame Dios! ¡vengan pronto! (SANTOS LA ALCANZA Y FORCEJEAN) ¡Ánimas del purgatorio! (Santos le arranca la falda y Chole se queda en enaguas blancas).

SANTOS: (RIENDO SATISFECHO CON LA FALDA EN LAS MANOS) ¿Ya lo vido? ¡No que no? (Chole llora escandalosamente entra la comadre).

COMADRE: Por Dios, que pasa comadre,

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