Las Jarchas
Enviado por 1239823 • 18 de Abril de 2015 • 3.072 Palabras (13 Páginas) • 274 Visitas
Las jarchas
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La lírica española es la más antigua de la Europa románica, desde que Samuel Miklos Stern (1) descubriera, en El Cairo, las jarchas (1948) en moaxajas hebreas.Este descubrimiento fue uno de los más sensacionales del siglo XX en el campo de la Filología, con el artículo de un joven hebreo naciona- lizado inglés, S.M. Stern, titulado:" Les vers finaux en espagnol dans les muwassahs hispano-hebraïques". Stern estudió 20 jarchas en moa- xajas hebreas. El que se tratase de poemas hebreos produjo un despiste ini- cial, pero se corrigió pronto. El mismo Stern publicó después una jarcha en moaxaja árabe (Al-Andalus, XIV, 1949, pp. 214-218).
Las moaxajas hispano-hebreas contienen jarchas no sólo en árabe vulgar, sino también en romance, coincidiendo así en todo con los testimonios de los autores árabes: los poetas hebreos, al escribir moaxajas, sin duda no ha- cían sino imitar a sus modelos árabes hoy perdidos. Todavía más: es muy probable que algunas de esas jarchas españolas se tomasen directamente de poemas árabes. La costumbre de imitar (mu'arada) las moaxajas de otro au- tor estaba muy extendida entre los poetas árabes. En tales casos se imitaban la estructura métrica y las rimas del poema tomado como modelo, y la ma- yoría de las veces la jarcha se copiaba lisa y llanamente. Lo mismo hicieron los poetas judíos; y un número considerable de las jarchas árabes que utili- zaron procede de la moaxaja que estaban imitando. Debemos suponer, por tanto, que también algunas de sus jarchas españolas corresponden a esos modelos, si bien en asuntos tales no caben muchas precisiones.
Según los testimonios de escritores de los siglos XII y XIII, un método de componer los poemas es recoger la jarcha anónima, que se conocía por la tradición oral, y a partir de ella componer la moaxaja; también hay poetas que componen la moaxaja y la jarcha. Conocemos el nombre de algunos poetas: Muhammad Ibn Ubada Al-Qazzaz, Yosef el escriba,Moshé ibn Ezra, Abu-l Abbas, el ciego de Tudela, Yehudá Ha-LevíYosef Ibn Sad- did, Todros Abulafia…
Las moaxajas comienzan por una introducción con versos de rima co- mún llamada cabeza, a la que siguen varias estrofas -gusn-, rematadas por un qufl -'cierre'- que repite la rima común. El último de ellos puede escribirse en dialecto mozárabe -romance-, en árabe dialectal o, más modernamente, en árabe clásico. Se llama jarcha -'salida'- o markaz, y es el estribo, eje y final de las moaxajas, ya que impone las rimas a cada qufl. Si la jarcha es romance, se escribe en aljamiado -lengua románica en caracteres árabes-.
Aquí podemos observar, de forma esquemática, la estructura de una moa-xaja y los versos finales que forman la jarcha.
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Las jarchas están puestas en labios femeninos y son canciones de amor. En ellas la mujer se lamenta por la ausencia del amado o le suplica o le hace confidencias a su madre o hermanas.Otras veces,son elogios al mecenas del poeta. Quienes escribieron las jarchas fueron más bien poetas cultos que se inspiraron en fuentes populares. De diversa estructura, la mayoría de las jarchas son cuartetos y,en menor grado, paredados y octavillas. En cuanto al cómputo silábico predominan los hexasílabos, seguidos por los octosí- labos, heptasílabos y pentasílabos. Son escasos los versos de más de ocho sílabas. La rima acostumbra a ser consonante y se presenta de forma diversa: abrazadas (abab), monorrimas (aaaa) o tipo copla (-a-a).
En las jarchas no aparecen ni elementos ni espaciales ni temporales. De esta manera se favorece la atemporalidad del mensaje que hoy en día sigue siendo válido. No resulta difícil imaginar la escena de una mujer lamentándose por amor y haciéndole las confidencias a sus amigas o parientes femeninas más cercanas.
La soledad en que se mueve la joven enamorada se hace más patente si prestamos atención al entorno físico en el que tiene lugar los hechos: el paisaje cuenta poco o nada, no hay pájaros que anuncien la llegada de la prima- vera, ni el amor se presenta como consecuencia de la entrada del mes de mayo.
Los temas más recurrentes en las jarchas son, entre otros, la despedida y la ausencia de su amado, preguntas angustiosas, los celos, las caricias atre-vidas y los reclamos de las mujeres y la mujer desenvuelta o reservada. Es tal el dolor que siente la muchacha ante la pérdida de su amado que incluso teme morir por su ausencia. Muchas jarchas expresan, mediante preguntas, la ansiedad de las mujeres que se preguntan qué hacer o cómo vivir sin el ser amado.
Creemos que el inventor de la moaxaja fue Muqaddam ibn Muafá (2) (m.912), poeta ciego de Cabra. Las moaxajas constan de cinco estrofas de dos partes cada una. La primera tiene rima propia; mientras que la segunda es común a todas las estrofas y, a veces, sirve para iniciar el poema. Precisamente es esta segunda parte la que recibe el nombre de jarcha. Como ya se ha dicho, está escrita en el llamado mozárabe; esto es, el idioma románico que empleaban los cristianos que habitaban en la zona musulmana y, por supuesto, los árabes bilingües.
Las setenta jarchas descubiertas hasta ahora proceden de moaxajas compuestas entre los años 1000 y 1150. Habiendo sido introducida la moa- xaja como género literario en la España musulmana por los alrededores del año 900, no hay razón alguna que sugiera que las cancioncillas romances conocidas por los primeros compositores de moaxajas fueran por aquellos tiempos ninguna novedad. Son composiciones líricas de autores anónimos.
Es muy significativo que los concilios de la Iglesia protesten desde el siglo VI hasta el IX no sólo contra el hecho de cantar canciones amorosas o lascivas sino también, específicamente, contra las canciones de muchachas (puellarum cantica).Las jarchas pueden ayudarnos algo a comprender cómo debía de ser el panorama de la primitiva canción europea. Aun admitiendo que ciertas evoluciones formales dentro de la poesía árabe allanaran el camino de las moaxajas,fue sin duda alguna la viva y floreciente lírica estró fica romance lo que condujo principalmente a la innovación de la poesía estrófica en árabe, y más tarde en hebreo.
Así, las jarchas reflejan un tipo de canción tradicional o popular, no confinada a una élite culta o aristocrática, tal como debía ser cantada desde sus orígenes en los distintos patois romances. Los temas que recogen son elementales, y, como Theodor Frings(3)demostró en su brillante conferencia en la Academia Alemana en 1949, se encuentran en las canciones de cualquier época y de cualquier pueblo. Los temas y el tono de las jarchas hispá- nicas se encuentran ya en unas colecciones de canciones amorosas egipcias de finales del segundo milenio antes de Cristo y en canciones chinas
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