Las babas del diablo y Blow up: donde la literatura y el cine se encuentran
Enviado por asdf3434 • 10 de Abril de 2021 • Apuntes • 2.758 Palabras (12 Páginas) • 155 Visitas
Examen final de Técnicas del Trabajo Intelectual – Metodología de la Investigación
Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofía y Letras, 24 de febrero del 2017
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Las babas del diablo y Blow up: donde la literatura y el cine se encuentran Universidad Nacional de Cuyo Facultad de Filosofía y Letras Técnicas del Trabajo Intelectual – Metodología de la Investigación. Orozco, Rocío Belén Registro: 24161 |
RESUMEN
Autor: Rocío Belén Orozco
Título: Las babas del diablo y Blow up: donde la literatura y el cine se encuentran
“Hacía uno de esos calores y para peor todo empezaba enseguida, conferencia de prensa con lo de siempre, ¿por qué no vivís en tu patria, qué pasó que Blow Up era tan distinto a tu cuento (…)?”
En “Apocalipsis en Solentiname” nuestro autor latinoamericano se pregunta por qué la película de Michelangelo era tan distinta a su cuento. Tomaremos esa tripe intertextualidad – que se da entre “Apocalipsis en Solentiname”, “Las babas del diablo” y Blow up – como punto de partida para nuestro análisis, y por lo tanto, para nuestra ponencia.
La siguiente ponencia aborda un análisis de la transposición de “Las babas del diablo”, un cuento cortazariano del año 1959, y Blow up, el film de Michelangelo Antonioni de 1966.
Para evitar caer en análisis infecundos y estériles de cuán fidedigna es la película al cuento, alumbraremos la relación de ambas obras con la teoría de Sergio Wolf, Agustín Neifert y José Luis Sánchez Noriega, buscando así ampliar horizontes y abarcar varias dimensiones en el análisis comparativo.
PONENCIA
LAS BABAS DEL DIABLO Y BLOW UP: DONDE LA LITERATURA Y EL CINE SE ENCUENTRAN
Autor: Rocío Belén Orozco
Marco teórico
En la presente ponencia abordaremos la transposición del cuento “Las babas del diablo” en Blow up, explicaremos dicho término y analizaremos las relaciones existentes entre las dos obras: la primera, de Cortázar y la segunda de Antonioni.
Creemos que abordar el corpus desde un adecuado marco teórico constituye una parte fundamental para un análisis pertinente. Es por eso que tomamos el término “transposición” (Wolf 2001) ya que amplía el espectro de análisis y permite dejar de caer en es estéril comparativismo que solo tiene en cuenta la “fidelidad” de la película (el hipertexto) a su correspondiente texto literario (el hipotexto).
Consideramos fructífero este estudio debido a los diferentes lenguajes que puede adoptar un texto, y, por consecuencia, la riqueza que rodea tanto al mundo literario como al mundo audiovisual, más particularmente: el cine.
Para eso tomaremos como ejemplo la obra de dos grandes titanes de esos rubros, que crearon obras magníficas, interrelacionadas pero no dependientes; independientes pero no ajenas.
Transposición
Para iluminar la cuestión que gira en torno a la problemática de la adaptación de un material literario al cine, acude en nuestra ayuda Sergio Wolf (2001), quien elige como término más apropiado al de “transposición”, ya que
“(…) designa la idea de traslado pero también de trasplante, de poner algo en otro sitio, de extirpar ciertos modelos, pero pensando en otro registro o sistema.”
Esto se debe a que el cine y la literatura son dos lenguajes independientes uno del otro, dado que la literatura se maneja en el ámbito de las letras y el cine en la esfera audiovisual. Esta profunda distinción del origen de ambas artes hacen de la transposición un problema complejo que dista mucho de típica e insulsa pregunta “¿Qué tan ‘fiel’ es la película al texto literario?”.
“La pregunta sobre qué tienen en común y en qué difieren la literatura y el cine conduce a la noción de especificidad. Pero el hecho de que un medio (texto literario) opere sobre la lengua como sistema de códigos, normas y convenciones instituido, y otro (el filme) lo haga sobre cierto tipo de codificación y convención que es dinámico porque depende del contexto en que se inserta, lleva a pensar que una raíz de la que surgen más distancias que cercanías.”
La misma preocupación expuesta por Cortázar en “Apocalipsis en Solentiname”, la encontramos aquí en la teoría de Wolf. Ante esta dicotomia literatura – cine parece abrírsenos un abismo irremediable, insuperable. Pero se nos presenta como un puente un concepto, algo que denominaremos “zona de libertad”.
“Es cierto que toda traducción implica una zona de libertad, donde a menudo quien trabaja sobre el texto introduce criterios propios o pone en evidencia la manera en que ha leído el escrito, o la manera en que ha leído al autor (…)”
Así es como encontramos a un Michelangelo lanzándose al vacío de ese abismo, mientras que en sus pies se va acuñando, paulatinamente y en consonancia con el avance del film, casi milagrosamente y para nuestro estupor, el uso impecable de esta zona de libertad.
Cortázar y “Las babas del diablo”
Julio Cortázar fue un escritor argentino nacido en el 1914. fue una de las grandes figuras de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Sus relatos breves buscaban indagar en las facetas inquietantes y enigmáticas de lo cotidiano, como queda reflejado en su cuento “Las babas del diablo”.
En el cuento cortazariano fue escrito por el autor latinoamericano en el año 1959. En él, se narra la historia de un traductor franco-chileno aficionado a la fotografía, que, en un breve receso de su trabajo de traducción, para distraerse, termina en una playa de la isla de Saint-Luis. Allí, su atención se ve atraída a una peculiar pareja de edades muy dispares: una mujer rubia y un adolescente. Él les toma una foto, y, cuando revela la imagen, la amplía y observa detenidamente, intuyendo o imaginando que dicho encuentro es a un crimen y que al sacar la foto evitó que dicho acto delictivo tuviera culmen.
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