Leyenda De Agapito Treviño
Enviado por hector2 • 2 de Marzo de 2013 • 472 Palabras (2 Páginas) • 772 Visitas
Leyenda de Agapito Treviño
El Caballo Blanco
Uno de los legendarios personajes en todo Nuevo León, y acaso el más mítico, fue Agapito Treviño Caballo blanco, una especie de Robín Hood a la norestense. En varios municipios del estado se cuentan historias de sus aventuras, de sus andanzas, de sus fugas. Particularmente, en Villa de Santiago, donde existe la entrada más impresionante a cualquier cueva que me haya tocado conocer, las leyendas en torno a este hombre tienen muchas versiones. Una de ellas es esta que narró don Santiago Alanís Leal.
Aquí la gente afirma que la cueva que se encuentra atrás de la cortina de la presa de La Boca no fue una de las tantas guaridas de Agapito Treviño “Caballo blanco”. A esa cueva la conocen como la gruta y dicen que no es una cueva natural, sino que la abrieron como mina de guano. Hace muchos años los dueños de esa compañía incluso subieron una yipa que traían trabajando adentro para sacar las cargas de guano. Es una cueva con muchas ramificaciones y ahora ya está cercada porque antes había mucha gente que se subía y al andar explorando terminaban accidentados; incluso se habla de personas que nunca fueron encontradas porque dicen que se cayeron en algún sótano.
Además, hay pláticas de que tiene una salida cerca de Allende, por los rumbos de Atongo de Abajo. Cuentan que hace muchos años había exploradores que se metían a esa cueva a buscar alguno de los tesoros de Agapito Treviño y entraban con lámparas de carburo. Caminaban entre los socavones buscando el tesoro y para cuando acordaban ya estaban en la salida allá por los rumbos de Allende.
Aquí le va un ejemplo diferente: una vez unos amigos andaban escarbando adentro para sacar un tesoro y se encontraron una muela muy grande –no se sabe si de gigante o de algún animal prehistórico. Cargaron con ella y por mucho tiempo la dejaron rumbada en el solar de una de sus casas hasta que un día se les ocurrió romperla a pedradas porque alguien les aseguró que era puro marfil que valía mucho dinero; la rompieron y fueron a Monterrey a vender el material y nadie se los compró. Para no tener que cargarlo de regreso, mejor lo tiraron en un basurero. Leyenda de Homero Adame.
Pero eso no es todo, pues aparte de las leyendas esa cueva es sagrada y forma parte de las tradiciones locales: la gente la venera ritualmente, sin que nadie sepa desde cuándo. En la fecha de la fiesta patronal de san Santiago se organiza una procesión desde la parroquia y los feligreses se van caminando por toda la orilla la presa, con el padre al frente, y allá oficia una misa. También cargan con la imagen de san Santiago, van los matachines, los músicos y la gente con velas.
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