Liderazgo
Enviado por jimenita61 • 21 de Agosto de 2011 • 2.376 Palabras (10 Páginas) • 526 Visitas
El Liderazgo
Tras planificar el futuro deseado y la forma de alcanzarlo, hay que hacer que todo lo que se ha decidido, se realice.
Para gestionar una organización es necesario el liderazgo. En casi todos los grupos sociales hay líderes, incluso podría decirse que son necesarios para la propia existencia de los grupos. Su función es la de armonizar e ideas para que el grupo tenga un rumbo y sentido. El liderazgo permite que las personas se identifiquen con los objetivos de su grupo y actúen para conseguirlos. Una buena comunicación (como ya hemos visto) y una forma adecuada de motivación (como veremos más adelante) también son elementos esenciales en la función de gestión.
El liderazgo es la capacidad de influir en las personas para que se empeñen voluntariamente en el logro de los objetivos del grupo.
La definición de liderazgo citada al principio contiene una palabra clave: "voluntariamente", que también podría traducirse como "de buena gana". No se trata sólo de influenciar a la gente sino de hacerlo para que voluntariamente se empeñe en los objetivos que correspondan. Por lo tanto, excluimos del concepto de liderazgo la influencia basada en la coerción (fuerza).
Puede concluirse que liderazgo y motivación son dos caras de una misma moneda, en donde la primera mira al líder y la segunda a sus seguidores; por lo tanto, también podemos afirmar que liderar es provocar motivación.
En consecuencia, ninguna persona puede ser líder a menos que logre que las personas hagan lo que ella pretende o no logra que sus seguidores aporten su voluntad.
El líder es aquella persona que es capaz de influir en los demás. Es la referencia dentro de un grupo (ya sea un grupo de amigos, un equipo deportivo, un curso universitario, una compañía de teatro, el departamento de una empresa, etc.). Es la persona que lleva "la voz cantante" dentro del grupo; su opinión es la más valorada.
Lo que caracteriza al líder es su habilidad para conducir equipos, consigue que cada miembro trabaje y aporte lo mejor de sí mismo en la lucha por alcanzar un objetivo común (sea ganar el campeonato, mejorar los resultados de la empresa, ganar las elecciones políticas, etc.). Además de esta capacidad innata para gestionar equipos, el líder se caracteriza también por su visión de futuro. Es una persona que mira al largo plazo, que marca unos objetivos muy ambiciosos para la organización y que consigue ilusionar a su equipo en la búsqueda de los mismos. El líder anticipa los cambios, se adelanta a los competidores. Una persona que no tuviera esta visión de futuro podría ser un buen gestor, un buen coordinador, pero nunca un auténtico líder. En las metas que plantea el líder persigue tanto el bien de la empresa como el particular de cada uno de sus miembros, consiguiendo así que las personas se identifiquen con las metas marcadas, que las hagan propias y luchen por ellas con todo el empeño.
Una persona a la que tan sólo le preocupara su bienestar futuro difícilmente podría ser el líder de una organización. Esta terminaría por rechazarlo.
Una vez que el líder tiene definida su visión de futuro, luchará con auténtica pasión para lograr los objetivos. El líder representa para el resto del grupo un auténtico ejemplo de dedicación, de entusiasmo y de coraje. Una persona que tuviera una gran visión de futuro pero que careciese de capacidad de ejecución podría ser un buen estratega, pero nunca un líder.
Para que se genere una relación de liderazgo, tiene que existir identificación de intereses entre líder y liderados. El líder debe ser considerado tal por sus seguidores; tiene que ser reconocido, aceptado y respetado por ellos.
Hoy en día, el binomio líder-seguidores constituye un proceso de mutua influencia. Cobra mayor importancia en las organizaciones modernas en las que los seguidores tienden a influir más, tanto en las decisiones como en su participación y en los resultados de las empresas o instituciones.
El líder influye en sus seguidores y también es influido, por lo que los seguidores no son tan pasivos ni tan sumisos como parecería, ni el líder tiene tanto poder como aparenta.
El líder es sustentado en el poder que los seguidores le confieren y éstos proporcionan lealtad mientras el líder sea capaz de responder a sus necesidades y reclamos.
Por último, hay que señalar que no es líder quien quiere sino quien puede. Para ser líder hay que tener unas cualidades personales muy sobresalientes que no todo el mundo posee. Algunas personas poseen esas cualidades de manera innata, aunque también se pueden adquirir a través del aprendizaje y de la experiencia.
Cualidades o características de personalidad de un líder
A partir del resultado de diversas investigaciones para determinar las cualidades que debe reunir un líder, así como la opinión de diversos autores, es posible concluir que los líderes sobresalientes se caracterizan por:
• Dominio de sí mismo: consiste en controlar los impulsos, mantener la serenidad, actuar con objetividad y poseer confianza y seguridad en sí mismo, para inspirar confianza a los subordinados. El dominio de sí mismo implica una gran disciplina para no ser esclavo de los impulsos y de esta manera tener la capacidad moral para ejercer la autoridad. Esta cualidad lleva implícita la seguridad y confianza en sí mismo, que nace de la certeza del dominio propio y el conocimiento del área y de las situaciones que se van a dirigir. Obtener la confianza de los demás requiere la confianza en uno mismo.
• Iniciativa: tomar decisiones adecuadas, resolver conflictos, establecer un buen clima de trabajo que motive a la gente, así como todas las labores del dirigente, deben fundamentarse en la facultad de tener iniciativas que propicien y faciliten el logro de los objetivos de la organización.
• Sentido común: para Trout y Rivkin (gurúes de la Administración), el sentido común es «una facultad que posee la generalidad de las personas, para juzgar razonablemente las cosas». para delegar y ejecutar correctamente, adaptarse al cambio, tratar a su gente como le gustaría que lo tratasen a él, entender a los clientes, actuar en lugar de solo planear, acercarse a su gente, mejorar la calidad y la multiplicidad de sus funciones, el ingrediente principal que todo dirigente debe tener es el sentido común.
• Optimismo: un líder debe tener la capacidad de encontrarle el lado positivo a todas las situaciones, a fin de confiar en el futuro y su gente, y aprender de los fracasos y los errores. El líder de excelencia, considera los problemas y conflictos como una oportunidad insospechada de mejoría. La actitud optimista y amable del líder infunde a los subordinados confianza y optimismo hacia
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