Liderazgo
Enviado por soreimar • 22 de Julio de 2011 • 1.571 Palabras (7 Páginas) • 684 Visitas
El presente está condicionado por el pasado
Liderazgo Ideal
El liderazgo ha tenido sus orígenes bien marcados desde que el hombre como ser social se unió en grupos para alcanzar fines comunes como la alimentación y la seguridad, es decir la subsistencia. Desde el mismo momento que en que se crean las sociedades, ha sido imprescindible una figura representativa que dirija, que planifique y que vele por el bien común. Es así, como los emperadores romanos, los caciques indígenas o los presidentes, por poner un ejemplo, han tenido bajo su responsabilidad liderizar estos grupos para su óptimo desarrollo.
El estilo de liderazgo de ciertos líderes ha sido cuestionado por sus rigurosos métodos como por ejemplo el caso de Adolfo Hitler, en Alemania; mientras que el de otros es aclamado, como el de Mahatma Gandhi, en la India, pero en efecto han sido líderes reconocidos desde diferentes ópticas.
Ahora bien, para llegar a los liderazgos modernos empleados en las sociedades u organizaciones se han desarrollado a lo largo de la historia diversos acontecimientos que han marcado pauta y han servido de inspiración para las teorías emergentes.
En muchos casos existe la concepción de que las teorías nuevas sustituyen a las viejas pues estas se adaptan a la época en la cual estamos viviendo. En efecto, las nuevas teorías se crean para hacer frente a las múltiples crisis que día a día evolucionan. Sin embargo, no se pueden obviar del todo los planteamientos pasados pues, más que desaparecer o caducar se convierten en complementos de las nuevas posturas filosóficas.
Hacemos referencia a lo anterior, porque para hablar de las cualidades que debe poseer el líder moderno ideal hay que hacer destacar las bondades y las principales características de las diferentes teorías de recursos humanos planteadas desde la revolución industrial hasta nuestros días.
Es común escuchar la frase “El líder nace o se hace”, sencillamente para Henrry Fayol , ya en 1916, expresa que el líder se hace, pues parte de la idea de que la formación es el gran elemento para ser un líder excelente y de esa manera explotar las potencialidades de las personas. Consideró que la administración posee cinco elementos clave, como lo son: La planificación, la organización, la coordinación, el mando y el control. Como podemos observar, ya a principios del siglo pasado se empezaron a cimentar las bases del liderazgo.
Por otro lado, a principios del siglo XX, tenemos a Max Weber, quien a través de sus aportes sobre la burocracia dejó sentado los principios para la formalidad en las empresas. Comúnmente, se entiende por burocracia acumulación de poder, un mando centralizado, pero si observamos detalladamente los aportes de weber nos encontramos con rasgos como: Normas reguladoras, jerarquía, selección formal, división del trabajo, entre otras. En cierto modo, todo esto tiene un aporte enorme para la manera de dirección de las empresas, pues garantiza un control y un orden dentro de los procesos de la organización, garantizando el cumplimiento de los tiempos de respuesta, entre otros.
Así mismo, cuando hablamos de un liderazgo ideal y moderno hay que hacer referencia a la consideración de los llamados aspectos blandos de la personalidad como la autoestima, realización y crecimiento personal por parte de estos líderes. Es aquí, donde en la década de 1920, Elton Mayo representante de la escuela de las Relaciones Humanas y Kurt Lewin representante de los Recursos Humanos intervienen, planteando una serie de métodos como la participación de los trabajadores en las tomas de decisiones, para aumentar la productividad de los mismos.
Acto seguido, el Psicólogo David McClelland en la década de los sesenta, desarrolló un aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de ejercer el liderazgo, como lo es la motivación. McClelland plantea que la motivación surge como la respuesta a tres necesidades sociales básicas como lo son: Necesidad al logro, necesidad de poder y necesidad de afiliación. Para que el líder moderno pueda ejercer su función de forma satisfactoria, es fundamental que sea capaz de identificar primero cual es su propia motivación, es decir, si el liderazgo empleado va a ser utilizado para alcanzar una meta o si va a ser utilizado para controlar o si por el contrario se a ser utilizado para estar en armonía con las personas con las que se relaciona. Posteriormente, debe identificar la motivación de sus seguidores para enrumbar así por el camino indicado su labor de guía y de orientador. Puesto que el liderazgo deber responder siempre al bien común del grupo dirigido, es de vital importancia que este sea manejado desde la motivación al logro.
Cuando hablamos hoy en día, del liderazgo
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