Lolo El Pajarito
Enviado por Samuel • 16 de Febrero de 2015 • 472 Palabras (2 Páginas) • 289 Visitas
René Marqués nace en Puerto Rico en el año 1919. Atraído por la tierra, decide estudiar agronomía para luego cambiar de profesión[1] y dedicarse a la escritura. La influencia de la tierra, sin embargo, no muere en el transcurso, por el contrario, sus frutos simplemente se trasplantan a otros terrenos. Es en su obra primera, y quizá la más representativa de su repertorio, donde Marqués estampa su sello agrónomo-creador regalándonos un drama donde el personaje principal es la tierra. La carreta (1952) es una obra teatral donde ni la geografía, ni las oportunidades, ni las tantas adversidades logran alejar el árbol de sus raíces.
La trama de La carreta se lleva a cabo en el campo, en un barrio en la ciudad de San Juan, Puerto Rico y en el condado del Bronx, en la ciudad de Nueva York. Luis es un joven de veinticuatro años, cuya ascendencia se desconoce, quien, impulsado por la pérdida de las pocas tierras que les quedaban a él a su familia, guiado por su instinto patriarcal y movido por su amor a las máquinas[2], se lleva a su familia a vivir a la ciudad. El joven sueña con hacerlos felices dándoles todo lo que no han tenido y ofreciéndoles una oportunidad para superarse en la vida. Luis carga con su madre de crianza, Gabriela de cincuenta años de edad, y con sus hermanos Juanita de diecinueve y Chaguito de quince, dejando atrás a su abuelo Don Chago de setenta y tres años. El viejo se rehúsa a abandonar lo que conoce y ama, su tierra. La familia se muda a La Perla, un barrio de mala muerte en la ciudad de San Juan, pensando que allí, al contrario que en el campo, se realizarían como individuos. Ya en la ciudad las calamidades que los aguardan son numerosas. Luis no consigue un trabajo estable; Chaguito cae preso por ladrón; Juanita, reaccionando a un embarazo producto de una violación, intenta suicidarse; y los dolores de cabeza de doña Gabriela parecen no tener fin. El barrio, aunque con vista al mar, es un chiquero ruidoso y apestoso y la casa, una pequeña/gran pesadilla. En su búsqueda por mejorar la situación, tanto suya como de su madre y su hermana, Luis decide entonces viajar a New York. En una selva de cemento donde echar raíces parece imposible, afloran otros inconvenientes. Ya la falta de comida no es tema principal de preocupación, pero sí lo son el frío, el idioma, la impotencia, las injusticias y la falta de educación. En medio una profunda insatisfacción y guiado por su curiosidad o ignorancia o curiosa ignorancia, Luis muere “tragado” (devorado) por una máquina en su lugar de trabajo. Doña Gabriela y Juanita entonces deciden regresar a su campo a reencontrarse con sus raíces y, de una buena vez, esperan cortar su “mardisión[3]” de raíz.
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