Los Secretos Del Oráculo
Enviado por victoriasetien • 12 de Marzo de 2015 • 591 Palabras (3 Páginas) • 191 Visitas
La cultura griega, conocida también como Antigua Grecia, es un período de su historia que inicia en el siglo XI a.C. y finaliza en el siglo III de nuestra era. A pesar de ser reconocida por haber concebido grandes aportes a diversas ramas como la matemática, la física, la medicina, la astronomía y otras, hay algo característico de la Antigua Grecia que, de cierta manera, aún existe en nuestros días: el oráculo, recintos sagrados donde concurrían desde civiles hasta emperadores y reyes para, a través de pitonisas que consultaban a Apolo y sacerdotes que transcribían lo expresado por la pitonisa, conocer su destino, bien fuese acerca de su trabajo, su familia, guerras por librar, y miles de otros asuntos.
Con respecto a esto, varios fueron los oráculos que existieron en la cultura griega, pero el más importante de todos fue el de Delfos, el cual era un gran recinto sagrado dedicado al dios Apolo que data de fines del año 2000 a.C. Estaba situado a los pies del monte Parnaso, en la región de Pito, en la antigua ciudad de Delfos. De igual forma se le consideraba el “ombligo del mundo” pues se decía que el sarcófago estaba enterrado debajo de la piedra del ónfalos. Esto es debido a que, según la leyenda, Zeus envió a dos águilas desde lados opuestos del universo y fue en Delfos donde se habrían encontrado.
Ahora bien, para ingresar a este recinto se debía hacer una consulta previa con la pitonisa, junto con el ofrecimiento de un sacrificio en el altar del templo, el cual generalmente era de una cabra. Algunos cumplían los requisitos sin problemas, mientras otros podrían haber perdido el viaje hacia Delfos. Luego de realizar lo pedido, la pitonisa se bañaba en un río que, según decían, tenía poderes especiales para efectuar la predicción, la cual se efectuaba durante un episodio de locura de la pitonisa que se pensaba que era causado por la ingesta de laureles o la emanación e inhalación de ciertos gases, y a través de palabras claves que debían ser interpretadas sabiamente tanto por el sacerdote como por el consultante.
A pesar del gran auge que tuvo, que de hacer consultas un día al año pasó a hacerlas un día al mes, con tres pitonisas en vez de una, aún había figuras importantes que dudaban de la certeza de los oráculos. Por esa razón, el mismo rey Creso, que planeaba atacar al imperio Persa en el siglo VI a.C., quiso conocer el resultado de su hazaña. La respuesta que recibió fue “un gran imperio caerá”, lo que le dio la seguridad de atacar creyendo que el imperio que caería sería el persa, cuando fue el de él. Por ello, la interpretación correcta del oráculo era crucial para quienes lo consultaran, aspecto que salvó a la población de Atenas cuando fue invadida por el imperio Persa.
Por ser la predicción expresada en un episodio de frenesí, Dionisos, dios de la locura, era a quien las pitonisas inquirían cuando los consultantes se acercaban en el invierno,
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